Deja que la vida llueva sobre mi

Mirar la luna significa tener un secreto. El secreto de la luna era mi madre. La luna tiene sexo, tiene rostro, tiene historia. La luna es el espejo del amor. Nadie escapa a su disfraz nocturno. Yo, cuando duermo, amo. El amor es noctámbulo, ¿lo sabías?
La luna cambia la cara del cielo. Nacemos con ella. Somos su pavana más querida.
Cuando mi madre murió, todo estaba negro. Salvo la luna. Eso me dijeron, o creí pensar. Por aquel entonces, yo apenas hablaba. Dormía casi todo el tiempo. No pude verla.
La luna era mi madre. No la recuerdo pero está conmigo.
La había perdido al nacer y la había perdido al vivir.
[...] Gracias a la luna, cada nombre tenía un significado especial en mi calendario. De su silencio flotaban palabras que excitaban mi mutismo crónico, un silencio ensordecedor. Inconfesable.
Recuerdo la terrible infancia. Todo eran secretos, llamadas y saltos al vacío. Falsos sueños.
El dolor era la luna.
La página en blanco era la luna.
Mi premonición era la luna.

Nuria Amat

Indudablemente, nadie se ocupa 
de quien no se ocupa de nadie.

Mi gran enemigo

No quisiera escribir esto ya que parece ser la culminación de todas mis sospechas. Jamás he intentado velar por mi misma, siempre ha sido un misterio esa forma tan peculiar de unir a la gente mezclando mi alma en ello, pegar los errores y convertirlos en cenizas que pueden avivar incluso la humedad ha sido eternamente mi gran baza, siempre lo fue. He estado aquí, y allí, y también en aquel instante que necesitaron de mi. Supongo que me he acostumbrado a ser así, necesaria y a la vez el estorbo. Es todo culpa tuya. Tuya y de esta canción tan triste que me acabas de enseñar. Quizá debí mirar a la vida frente a frente antes de lanzarme al vacío. El vacío parece seguro a la hora de saltar pero cuando llegas al suelo el dolor te devuelve a la realidad. Algo fascinante y a la vez aterrador. Cómo hemos crecido: cómo nos veíamos ahora y como somos cuando nos miramos al espejo, un mero engaño, algo falso. Y te dices ¡TONTA!¡TONTA! y ¡TONTA! y sólo quieres estrellar contra tus estúpidas ideas una ráfaga de aire fresco que alivie eso que te oprime y está amainando tus sueños. Algo muy duro, que duele, que comienza a estar envuelto en una decepción que sólo consigue presionarte más y más. Quizá sólo sea necesario acostumbrarse al dolor.

El reloj cuenta hacia atrás

Se debería empezar muriendo y así ese trauma estaría superado. Luego te despiertas en una residencia mejorando día a día y tomando píldoras que te están curando. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. No demasiada, justo lo necesario. Después, en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro y una carta de recomendación. Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta y bebes, y saltas y bailas... y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos, con cualquiera que se te acerque, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y los últimos 9 meses te los pasas flotando tranquilo: con calefacción central, room service, etc. Y al final abandonas este mundo en un orgasmo. 

Estaría bien, ¿no?

Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente, incluso bailarín.

Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti.

Eres tonto.

 Lo podría ser.

Lo curioso de esta forma de comunicación es que es más probable hablar de nada que de algo... Pero sólo quería decir que, para mí, toda esta nada ha significado más que muchos algo.

El universo es curioso. Podeis pedirle al universo todas las señales que querais pero al final solo vemos lo que queremos ver cuando estamos preparados para verlo.

Insufrible

Existen momentos en los que se caen todas las expectativas que esperabas conseguir. Son momentos muy amargos que pretenden romperte en trocitos hasta dejar desecha tu existencia. Tú sabes que la probabilidad es siempre una falsa amiga, pero aún así tienes miedo; un miedo que sucumbe a todas las ideas de tu cabeza y te hace retorcerte de dolor. Y en esas milésimas de pánico incluso rezas. Y vuelves a creer en todo. Y lloras. Y anhelas ser otra persona o simplemente pides que aparezca de una vez ese gran hecho que te salvará la vida. Y entonces sólo queda esperar. La espera es lo más insufrible que yo he conocido jamás. La incertidumbre. El no saber. Lo único que notas es que debes tranquilizarte, al menos sino quieres morir de angustia.
Y algo resurge de sus cenizas y te acecha, y finalmente consigue derribarte. Culpabilidad. Sólo queda aguantar otro tramo más, hasta acabar muriendo o terminar esa puta agonía.

Algún día, cuando hayas dado mil vueltas al mundo, y dejes de buscar felicidad por todos los rincones, ese día la encontrarás, en el lugar más inesperado, en una mirada, en un beso, o en un sueño hecho realidad; te sorprenderás al ver que has encontrado justo lo que no estabas buscando, y entonces, únicamente entonces, podrás cerrar los ojos y sentirás eso anhelado llamado felicidad.

También lo piensas tú

Cuando empiezas a encapricharte con alguien, siempre encuentras un motivo para pensar que esa persona es tu media naranja, cualquier motivo vale... como sacar fotografías del cielo nocturno, por ejemplo. A la larga sería una costumbre irritante, que motivaría una separación, pero cuando estas enamorado, cuando estás enfermo de amor crees que es lo que has estado esperando durante años.

Páginas celestes

-Dicen que si no hubiera ido hasta aquel bar, que si no hubiera pedido esa copa en la barra, que si no hubiera olvidado cerrar la cartera y que si no hubiera intentado recoger el billete que se me cayó jamás te habría conocido. Y además, dicen que si yo no te hubiera dado un cabezazo al intentarlo, -se rió- que si tú no me hubieras sonreído y yo no hubiera dicho eso de ''vaya, parece que mi torpeza está provocando daños colaterales, concretamente a este chico de mi derecha'', tú y yo no habríamos acabado aquí, tumbados en el césped de este parque mientras recordamos estas cosas.
-Bueno, Es lo que tienen las casualidades, que, a veces, significan más cosas, ¿no?

Chispa en re*

Oyó esa melodía y entró en la habitación cual sombra en el cementerio.

Y allí estaba ella, anclando las yemas de sus dedos a las teclas del piano, absorta del mundo, creando magia, presionando velozmente y sin ningún guión. Allí se la encontró y esperó hasta el final boquiabierto por aquello que veía. Nunca imaginó que tocara el piano, jamás pudo entrever en ella cualquier mero amago de fascinación por la música, ella paseaba curiosa mientras repetía todas las canciones que él tocaba con su guitarra. Porque él si se dejaba ver tocando la guitarra y paseando los dedos por las cuerdas, ya bastante antiguas. Rápido. Ella lo hacía rápido y había conseguido inundar la habitación de un ligero tono a misterio y tragedia que la canción despedía tras sus notas. Y de repente, mientras él observaba en una esquina, ella acabó su canción con un grave estruendo de ritmo que culminó aquella hermosa sinfonía. 

-No sabía que tocaras el piano -afirmó él- 

Ella giró bruscamente y presenció que él estaba ahí. Parado, quieto, inmóvil, sopesando el registro y la calidad de su música.

-Ya lo sabes -espetó ella levantándose de la banqueta-

-Siempre me pedías canciones, -dijo él- me mirabas y cerrabas los ojos mientras yo tocaba, como si tú no pudieras hacerlo por mucho que adoraras ese sonido.

-Yo no toco la guitarra -afirmó ella, que se había acercado a él y lo miraba a los ojos-

-Quién sabe... quizá lo hagas y tampoco hayas dicho nada. ¿Porqué no me dijiste que tocabas el piano? ¿Y cómo consigues hacerlo así? -preguntó-

-¿Así como?

-Así tan mágico, llenándolo todo de temor y anhelo. Nunca ninguna melodía me había transmitido lo que acabas de hacer tú.

Ella lo apartó de su camino y lo dejó ahí, anonadado con aquel descubrimiento.

-Espera -reclamó él- ¿Ni siquiera vas a permitirme decirte que me encantó?

-Te encanté yo -dijo ella mientras se alejaba caminando por el pasillo- por eso todo lo que hago te parece increíble. Y no. Es únicamente pulsar las teclas y dejarse olvidar.

Y él, fascinado, no respondió.

Abraham se escribe con m

Quién lo iba a decir... Otra vez enamorada hasta las trancas, hasta los huesos, invadiendo cada poro de mi piel. Podría hacer un millón de listas con todas las cosas que me encantaron de ti pero resulta que ahora hay millones más, y se alejan milenios de las anteriores. Son cosas que no se pueden escribir con palabras. Sensaciones en tu pecho que insultan la realidad hasta convertirla en una asquerosa luz diminuta que sólo molesta. Fascinante. Sabes que estás enamorado cuando la vida real supera tus sueños, me dijo alguien. Llevaba  razón. ¿Y porqué te sueño? Te sueño por esos momentos en los que tú me apartas el pelo de la cara, y después sonríes. Por cuando te enfadas, y por cuando tratas de buscar en tu mente algún lago con patos por el simple hecho de complacerme. Por todos esos diplomas que me enseñaste en los que únicamente eras un ancla, que iba al fondo; yo quiero que te ancles a mi. Te sueño por cortar el mundo con unas tijeras enormes y echarlo a la basura cuando estamos tú y yo, y cuando me ves. Se está bien una parada más arriba de la vida. Te sueño por tus llamadas a la una de la mañana y por mis susurros en tu cuello. Siempre he dicho que el amor es lo peor, aunque posiblemente también sea lo mejor. ¿Y sabes porqué más te sueño? Por hacer que escriba esto; ese instante que me das con las manos abiertas y todos los todo que provocas en mi... eso... eso es algo indescriptible, aunque yo lo esté intentando. Como ves, sin éxito alguno. ¿Y tú sabes porque yo sé que estoy enamorada de ti? Pese a los roces y a las chorradas que se dicen sin que lo pienses, yo lo sé por la sonrisa de imbécil que se me coloca en la cara al verte y por eso que corre por mis venas cuando me abrazas. Ya sabes de lo que hablo. Si bien no es así, lo sabrás cuando lo percibas en tu cuerpo ya que, sintiéndolo mucho, o sin hacerlo realmente, no poseo suficiente léxico para describir lo que una puta palabra tuya mueve en mi cabeza.

Eternidad

-¿Y porqué se desgarran tus ilusiones si tú las ataste muy fuerte?
-Supongo que se trata del tiempo
-¿Ese que lo cura todo?
-El tiempo no cura nada, eso es una vil mentira
-La gente aprende a lo largo de los años
-De los errores, no del tiempo. Yo jamás he conocido a alguien que se considere feliz gracias a ese tiempo.
-¿Aún sientes lo que sentías hace unos años?
-No, esas sensaciones están tras otras, encubiertas, pero sólo es necesario una chispa para avivar el fuego, es como cuando tratamos de llamar la atención de alguien, sólo percibimos ese resquicio de dolor o ese rubor en las mejillas si nos paramos a observarlo.
-Entonces tú no crees que el tiempo ayude a sanar las heridas ¿no?
-Tanto las heridas como los rasguños cicatrizan y se olvidan ahí, pero cuando vuelves a hincar el filo de la navaja no sólo es tu cuerpo el que comienza a arder.
-¿Debido a ello se desgarran tus ilusiones?
-Algo así, sí. 

Siempre es invierno en el agua de las bolas de cristal

Salvar lo bello que queda

Hagamos una revolución, que nuestro líder sea el sol

y nuestro ejército sean mariposas, 

por bandera otro amanecer 

y por conquista comprender

que hay que cambiar las espadas por rosas

Y si aún nos queda amor, 

impidamos que esto muera

Dejemos que el humo envuelva nuestros cuerpos y otorguemos

 al destino la oportunidad de equivocarnos.

¿Qué es real?
 ¿Cómo defines lo real? 
Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler,  lo que puedes saborear o ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.

¿De qué color son mis ojos?

Te diré lo que me gustas

Éste eres tú. Los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como... mm... no, no sé cómo describirlo... como una de esas personas a las que les gusta la luna, o que pasan horas contemplando el mar, o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando. O tal vez no. Da igual. A ti te gusta estar así. Desafiando el frío. Sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta y te moja la piel. Y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y... el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas... Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído... Éste eres tú... Quién lo iba a decir... Tú.

Moonlight

Y, después de una pausa:

- Es un dolor extraño.

En voz baja.

- Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás.

I still believe

"- ¿Por qué no puedes escuchar música como la gente normal?

- Nadie es normal."

Quién creo el concepto ''normal'' debió ser la persona más extraña de todas. ¿Quién fue capaz de generalizar al mundo entero en una simple palabra? Despertarse para trabajar y desayunar con prisas es ser normal, comer al mediodía y poner el despertador a las ocho de la mañana es ser normal, y cocinar los macarrones y las espirales con tomate es ser normal. Y yo me pregunto: ¿No será que eso es lo raro? Hay gente por todos los rincones, en este instante incluso, hay gente llamando por teléfono, jugando a los bolos, en la cima de una montaña, tocando algún pez, hay gente haciendo el amor, estoy segura de que habrá alguna vida que acaba de tomar aire y por ello también alguien acaba de respirar por última vez. Lo normal no existe. Lo raro tampoco. Ni lo corriente, lo habitual. No existe lo fuera de lo común porque lo común es algo que jamás se podrá inventar.

Olvídate de mi

Sólo los peces muertos siguen la corriente.

No hace falta ser siempre lo que quieren que seas.

Puedes aprender

¿Aprender cómo?

Aprender a contestar cosas más inteligentes

¿Sugieres que soy una ignorante?

No, no te confundas, me refiero a que podrías leerte algún libro

Yo leo libros

No me refiero a cualquier libro, ¿Te acuerdas de aquel que te dije?

Sí, ese que decías que era larguísimo y además era un tostón

Si, deberías leerte ese libro

¿Porqué ese y no cualquier otro?

Ese libro te ayudaría a madurar?

Ya, pero es que yo no quiero madurar.

Eso que tú sabes

Las estrellas no tienen novio.

Y parecía increíble como aquella noche sólo brillaba él. Él allí sin mirar a nadie y riendo mucho y con los demás. Con tantos demás que quizás dolía. Y mirándolo todas las horas que pudiste. Y aspirando esa melancolía que surgía cuando pensabas en que se iría. Gritándole al aire lo fascinante que era en cada una de las letras que brotaban de su mente. Y sin poder contenerte más le susurraste: Joder, que guapísimo estás.

Y entonces él dio las gracias y afirmó que tú también lo estabas. Sin más.

Y ahí, en ese instante es cuando a tus manos se agarran las ilusiones de esas noches que pasas, aún sin quererlo, anhelando que te mire.

Eficiente

Si no sabes a qué puerto quieres ir, ningún viento será bueno

El genio maligno vino y me dijo: Mira, yo fui creado por Descartes en una de sus locas y desafortunadas aventuras nocturnas, mientras él bebía ron y su acompañante se divertía besando su cuello. ¿Y sabe usted que ocurrió? Que sin más dilación ella se cruzó con algún otro perro que vagaba por el bar y siguió su camino tras el.  Y ahí se quedó el pobre Descartes con su vaso de ron en la mano sin entender porqué demonios ella se fue. ¿Y entonces que piensa usted que fue a hacer? Pues tiró unas cuantas monedas en la barra, cogió una pluma y comenzó:
Sé que Dios tiene infinito poder y es absolutamente perfecto, sin embargo, ¿Quién puede asegurarme que no existe un ser increíblemente divino y malvado, a su vez, cuya única finalidad sea engañarme y no darme certeza haciendo que siempre infinitamente caiga en el error? Podría no existir; ¿Pero y si existiera?

-Dicen que el día en el que mueres tu existencia

juega a esconderse por los rincones.

-Yo creo que siempre se divierte haciendo eso estés muerto o no

Difuminado, sin forma

Y resulta que puedes percibir su aliento delante de tu boca. Obviamente quieres lanzarte a su cuello. Ese olor. Ese maldito olor que tanto adoras y a la vez te quema y escuece. Y resulta que estás tú ahí sabiendo que es mera cuestión de existir o dignidad que estés delante y no lo puedas besar. Porque no puedes. Y su boca se acerca a ti pero disimulas y lo miras a los ojos. Esos ojos. Y esas cuestiones sacadas de otro mundo que divergen entre tu mente y la infinidad de sensaciones que provocan. Y quizá quieras preguntarle si te quiere besar. Sin embargo has obtenido la respuesta algún tiempo antes. Como piezas de puzzle esas cuestiones encajaron cuando no debían hacerlo. Y tú lo quieres besar. Y entonces te arrancas los resquicios de osadía que estás cometiendo y te vas a otra cosa mientras él continúa ahí. Y lo miras, porque una fuerza incontrolable te obliga a mirarlo. Y observas como se mueve, como gira el rotulador y cómo se toca el pendiente de su oreja. Y te ríes. Y te odias. Y te acojonas.

Perderse suena demasiado bien. El mundo no quiere que te pierdas.

Es lo que hacemos todos, nos lanzamos, y esperamos poder volar, porque si no es así, caeremos como piedras. Y durante la caída nos preguntamos ¿se puede saber por qué he saltado?. Pero aquí estoy, cayendo, y sólo hay una persona que puede hacerme creer que vuelo... y eres tú.

A solas

Se llama amnesia temporal, producida por el alcohol

Y entonces coges esa estúpida y paranoica sensación y la arrastras de los pelos por el pasillo. Y le gritas. Le chillas que no se acerque, que únicamente trae malas vibraciones. O demasiado buenas. Y ella indefensa se acurruca en un rincón y susurra que el problema eres tú. Y entonces ese tú, tu tú de verdad se detiene y se asombra de ello percibiendo que es verdad. Y entonces te jodes. Profundamente. Y optas por arrastrarte a ti misma antes de que se propague ese silencio.

Dirección y montaje para cualquier vida

Ya perdoné errores casi imperdonables. Intenté sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables. Ya hice cosas por impulso. Ya me decepcioné de personas que pensé que nunca me decepcionarían. Pero también yo decepcioné a alguien. Ya abracé para proteger. Ya reí cuando no podía. Ya hice amigos eternos. Ya amé y fui amada, pero también ya fui rechazada. Ya fui amada y no supe amar. Ya grité y salté de tanta felicidad. Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero fallé muchas veces. Ya lloré oyendo música y viendo fotos. Ya llamé sólo para escuchar una voz. Ya me apasioné por una sonrisa. Ya pensé que me moriría de tanta tristeza. Tuve miedo de perder a alguien muy especial (y lo acabé perdiendo), ¡pero sobreviví! Y todavía vivo. No paso por la vida y usted tampoco debería pasar: ¡VIVA! Es bueno ir a la lucha con determinación. Abrazar a la vida con pasión. Perder con clase y vencer con osadía. Porque el mundo pertenece a quien se atreve. 
Y la vida es mucho para ser insignificante.

Porque te quiero, porque me quedo sin voz;

porque hay MIL RAZONES por las que ahora me siento

 MEJOR ;)

Como un salto en el vacío de quién no teme a la muerte

Si quisieras confiar en mi, te haría ver que nunca es tarde.

Jamás te rindas hagan lo que hagan y digan lo que digan, murmuren y te miren como quieran o incluso te comenten lo mal que lo harás. Lo conseguirás. ¿A quién vas a creer? Confía en ti, no en mí, confía en ti; en que tú puedes, en que tú vales, en que nadie va a ponerse delante tuya para decirte lo que tienes que hacer, confía en que sabes lo que quieres y en que lo vas a conseguir. Y después, cuando tengas la victoria en tus manos, entonces puedes preguntarme si yo apostaba por ti. 

Sabes que si.

Ya puedes cortar esto e irte

Es algo bonito, alumbra tu cara, tus ojos e incluso tu existencia. Y no sé si lo notarás pero yo lo hago. Y entonces piensas en todo aquello que has visto y que has leído y de nuevo lo entiendes todo. Como un flash. Sin embargo, eso que tú sabías pero que quisiste ocultar se desvela, los fantasmas del pasado, algo que sólo tú conocías y que nadie más debería percibir. Y cuando se te presentan en un suspiro sólo quieres cerrar los ojos y dejar la mente blanco. Pero no,  la mente en blanco únicamente consigue rellenar ese espacio blanco con más y más interrogantes. Es una verdadera porquería. Y entonces la cuestión del como se anula para convertirse en un porqué. Un gran porqué que inunda tu cabeza aún a sabiendas de que tienes largos libros que leerte y estudiar. Y entonces parece que la presión va ganando terreno, mientras que tú no puedes hacer nada. Asimismo, también se pueden encontrar problemas por doquier entre estas cuatro paredes. No se oyen más que gritos y pareciese que algo se va a derrumbar. La gran duda es si ese algo vas a ser tú o únicamente tu alma.

Dejadme nacer que me tengo que inventar

Sigo apostando al 5 y cada 2 por 3  
sale 6

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza

Atisbaba alguna luz en mitad de aquella jauría de ideas desaforadas y caóticas, una pequeña luz que instantáneamente se convirtió en 365 días, 7 días, 16 horas y 57 segundos, algo muy pequeño que de repente se transformó en dos gotas por mis mejillas y una sonrisa para comerse el universo.

Comprendo que tus besos jamás han de ser mios, comprendo que en tus ojos no me tienen que ver jamás, y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos te quiero mucho más.

Ofrece-me algo más

Mi padre siempre me dijo que no solo debemos luchar por aquello que nos es propio, 

sino también por aquello otro que creamos que podría serlo algún día.

Y esas terribles y firmes ráfagas de viento que inundan la vida y su adorable ensueño vagan por los rincones en, desafortunadamente, muchísimos pensamientos vacíos. Tan sutiles que destellan todas las curiosas miradas encantadas que provocaron no mucho después. La incertidumbre de existir es casi tan inmensa como la de no saber el porqué de ello, algo quizá problemático que acarrea a unos cuantos un camino de dulce amargura. Al igual que los muertos al recuerdo, los vivos estamos destinados a cargar con el lastre de la ambición o, en su defecto, de la eterna ignorancia.

¡Oh!

Brújula  la bruja

brujuleteaba

por el senderillo

que a Belén llevaba.

Pañoleta fina,

escobon pulido,

zuecos charolados,

corpiño florido.

Se atusa el bigote

zalamero el gato

María tenemos

bruja para rato.

Tengo, y lo que tengo lo mantengo a base de amor y fe 

Sobretodo mucho amor

Legendario

Para hacer bien el amor hay que venir al sur...

Y entonces la música lo envuelve todo y de repente todo el mundo te saluda y te coge de las manos para bailar. Es algo legendario, que nunca se volverá a repetir; y la gente que parecía más formal comienza a desenvolverse en ese ambiente de complicidad que lo inunda absolutamente todo. Algo brutal, que yo nunca hubiera podido concebir. Algo mágico, divertido, rápido, que se escapa, que mueve tus pies, que hace latir tu corazón, que te hace beber y quitarte los tacones. Y de repente alguien te abraza por detrás, y tu sonríes, aún sin saber quién es, y entonces te giras y lo abrazas con mucha intensidad, y entonces te acercas a su oído y le dices que le quieres, y que está genial esa noche, y seguidamente, unos instantes después suena esa canción tan bonita que un pedazo de tío pidió esa noche, esa de Alex Ubago, y todos alzamos las manos y cantamos. Y cantamos esa y otras muchas más, y entonces saltamos y nos abrazamos, y andamos por todo el salón dando vueltas y sonriendo a todo el mundo. Y ese mundo te devuelve la sonrisa y grita contigo a una DJ un tanto peculiar ya que también enseña algunas antologías poéticas. Y más y más y más y más. Y entonces olvidas que había algo que tú esperabas en esa fiesta, pero no, resulta que ese algo viene por detrás y te besa, y entonces, cuando ves esa sonrisa no puedes evitar estallar de felicidad y únicamente sabes decir GRACIAS.
...lo importante es que lo hagas con quién quieras tú

Suponiendo que debiera descansar mucho, 

me conformo con descansar si es contigo

Atrapando con las manos

Como se sabe, estamos marcados por un contexto histórico-cultural y filosófico, que quizá algún día alguien estudiará como nosotros estudiamos el de Platón o el de Descartes. Sin embargo, estando dentro de la burbuja las cosas no se perciben igual. Yo creía que nunca nadie me haría sentir así, y mucho menos tú. Así de esta manera que se muestra indefensa e impotente en el mismo instante. Nunca nos gusta ver a la gente llorar, y sin embargo, aún sin la presencia de lagrimas se puede contemplar a un rostro quebrado. Y lo único que tú puedes hacer es abrazarlo para que, por una milésima de segundo, olvide eso que le oprime el alma y de nuevo sonría sin ningún temor. Y ahí estás tú, sin parar de hablar y de pedir que sea felicidad lo que desborde su mirada cuando verdaderamente sabes que eso no va a pasar. Es algo triste. Algo que se queda ahí marcado en tu piel como un recuerdo frágil que debes sostener para que no se rompa en pedazos. Pocas veces había percibido la decepción de una manera tan amarga y tan dolorosa.