Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 29 de diciembre de 2013

Yo sólo busco que nadie lo entienda.

Hoy paseando por la calle me he dado cuenta de que se nos acaba el tiempo. El 28 de diciembre hace 365 días sentía que también se me acababa la esperanza. Era otra persona, menos lúcida. La vida cambia y eso no es un misterio para nadie, aunque sí que se empezó a convertir en un enigma para mi. Desde hace un año he aprendido a pensar mejor, aunque sigo equivocándome en lo mismo. He aprendido a cerrar la boca y a creer en cosas imposibles. Creo que puedo mirar al cielo y respirar tranquila si pienso en qué me estoy convirtiendo, aunque haya cambiado mucho. He aprendido que a veces las personas aparecen sin razón alguna y te desordenan la vida; que provocan desesperación y desenfreno, que a veces abrir los ojos y poder besar la boca de alguien es lo único que te puede dar vida. Aún me acuerdo de ese mes horroroso que me tiré casi tirada en la cama, revivo el dolor, la angustia, la frustración. No sé ni cuantas lagrimas derramé. Quizá podría construir un castillo de nubes, y ay, con lo que a mi me gusta la lluvia. Aún recuerdo aquella noche de desengaño y tantas mañanas de resaca emocional.
¿Quién me iba a decir a mi? En serio, un duende podría haber venido en ciertos momentos y susurrarme al oído: 'tranquila, ya verás dentro de unos meses...' Un minuto de silencio por todas las cosas que quise decir y no dije, y por todo aquello que me guardé para mi. Ya sabéis, 365 días dan para mucho más. Y una vez que tocas fondo no queda más opción que empezar a subir. Pero que asustada estaba. Y de repente tú. Amor es que te acaricie las cicatrices, aunque tú te empeñes en taparlas. Algo así como 'me gustas más cuando sonríes' Porque en medio de tantos errores, mi acierto fuiste tú. Y doy gracias a quienquiera que te quitara el mechero de los bolsillos antes de salir de tu casa. Dame fuego. Y algo así como 'si me lo pides con esos ojos yo te doy lo que tú quieras'. 
El 28 de diciembre hace 365 días podía estar en este mismo sofá tirada llorando por alguien que no merece la pena. Y es simplemente porque si alguien merece la pena no te hará llorar. Creo que he aprendido a ser un poco más egoísta pero por contra me he vuelto mucho más dependiente. No os imagináis la faena, con lo fácil que es olvidarse del mundo. Creo que si me miro al espejo no veré a la persona que realmente quiero observar, pero sí que estoy segura de que lo conseguiré dentro de un par de meses (esos meses milagrosos que lo cambian todo). Mira que a mi el número 6 no me ha gustado nunca y parece que Junio me quiere como amiga o algo. Pero que maravilla joder, aniversarios en verano. Ya sé que el amor no da garantías, que a veces las cosas se salen de control. Yo por eso amor te ofrezco mis dudas, mis sueños lucidos, mis premoniciones. Mis sonrisas de la nada y mis llantos sin razón. No hago promesas, tal vez advertencias… Y te advierto que soy fiel creyente del tú y del yo. De un nosotros. Que me quedan pocos puntos débiles, son la lluvia y alguna nota de piano.
Hoy paseando por la calle me he dado cuenta de que también los silencios atan. Que en la vida todo se acumula, todo influye. Todo contribuye. Digamos que el aguacero de hoy puede ser el terremoto de mañana.









sábado, 28 de diciembre de 2013

La inutilidad del sufrimiento.

Parte de mi problema radica en la información.
 En el exceso de información, quiero decir. 
Sé demasiadas cosas que no debería 
y no sé demasiadas cosas que me hacen falta.

jueves, 26 de diciembre de 2013


Personas que dejan huella. 
Y otras que además dejan marcas.

Siento herirte,
ñam ñam.




Me gusta escuchar música entre tus venas.

Creo en los cafés, en el diálogo, creo en la dignidad de la persona, en la libertad. Siento nostalgia, casi ansiedad, me siento humana. Creo en tu mirada arrullándome a las tantas de la mañana, en la angustia, en la desesperación, creo en la renuncia, en el sufrimiento. Siento paz en tu infierno, en el río que nos recorre en cada esquina. Me basta mirarte para saber que contigo me voy a empapar el alma, de sentimiento, de emoción. Observas y oyes, y tocas y sientes, y sufres y aprendes. Puedes coger mi mano porque prometo no echar a volar. No echar a volar ni echar a correr ni comerme el mundo. Abro los ojos, verdes, cálidos. Respiro. Contra la respiración que trata de paralizar todas las articulaciones de mi cuerpo, camino. Temor al miedo. Y es que el miedo también deja resaca. Recuerda que entre tus pulmones me quedé dormida tantas vidas.
Sin querer.



miércoles, 25 de diciembre de 2013

Él es mi rayo de esperanza.

Viene el sol a verme si me miras tú.


- ¿Qué me estás queriendo decir?
+ Te quiero decir que no entiendo muy bien ni cómo ni desde cuándo ni porqué, pero te quiero. Supongo que para saber que quieres a alguien no hace falta saber ni cómo ni cuando ni porqué. Todo empezó una tarde en la que me sonreístes. Y poco a poco te miraba cuando te acercabas. Y cuando te ibas me quedaba un rato mirándote y por dentro deseaba que volvieras atrás y te despidieras con un beso. Pero yo me decía que no. Hasta esa noche en la que empezamos a hablar. A veces cualquier noche hace un milagro. Eso eres tú. Mi milagro. Cómo imaginar que ibas a curar mis penas. Y lo que me es inevitable e involuntario es esa sonrisa estúpida que me sale cuando te veo. Es extraño ¿Sabes?
Que seas mi rayo de esperanza.

[Y me enseñó que el amor 
no se hace solo en una cama,
 se hace también 
caminando de la mano 
por una calle cualquiera, 
amontonando sonrisas.]

hablemos de cómo las cosas se salen de control.


'Estoy enamorada de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorada de ti y sé que el amor es solo un grito en el vacío, que es inevitable el olvido, que estamos todos condenados y que llegará el día en que todos nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, pero bueno, qué más da, yo estoy enamorada de ti.'







Así.

'Y así, ingenuamente coloco mi mano izquierda sobre mi pecho y la aprieto fuerte, intentando no sentir frío, pero minutos después me doy cuenta que tiemblo aún mas. El corazón parece haber crecido en dos días y mi mano ya no es tan grande para cubrirlo. Siento que en cualquier momento le dará un calambre y me dan ganas de llorar. Tal vez lloro bajito, para mi solita. Tal vez me he puesto melancólica y todo se me hace enorme. Enorme la cama dónde no te tengo, enorme la distancia dónde estas, enormes las ganas de ser tuya, enormes las ganas de abrir los brazos y te pierdas en mi. Y es que a veces soy tan ingenua al pensar que el corazón se abriga con mis manos, cuando lo único que necesita, es un abrigo de caricias tejido por tus dedos y por qué no, un suéter de tu piel para taparse en noches como esta, dónde me faltas, dónde me dueles.'


[De noches y melancolías. 
Mercedes Reyes Arteaga]

martes, 24 de diciembre de 2013

A veces me gustaría ser menos inteligente,
para ser estúpidamente feliz.

Odio.

''Es raro que uno tenga tiempo de verse triste:
siempre suena una orden, un teléfono, un timbre,
 y, claro, 
está prohibido llorar sobre los libros
 porque no queda bien que la tinta se corra."

Hay veces que sientes que se te está rompiendo el tiempo por no saber sujetarlo con las manos. Dices que mañana será otro día, que a partir de mañana. Pero mañana ya es hoy y nos encontramos exactamente en el mismo lugar.










domingo, 15 de diciembre de 2013

Como solución a todo.

Quítame esta mirada. Ésta ropa. Ésta vida.

Te odio porque has dejado restos de ti aunque no te vea ni te piense ni tan siquiera me importes. Pero no, no te odio. No odies a quien hayas amado como regla fundamental para crecer como persona. Apareces en miradas de duda, de recelo, en sentimientos de qué coño está pasando aquí. Y yo te digo; vete, no me apetece luchar contigo. Y te lo digo sin acritud porque no te la mereces, aunque en el fondo no salgan esas palabras de mi boca porque tampoco te las merezcas. Pero vuelves, como todo pensamiento inocuo y fugaz que suscita algún que otro dime que has hablado con él. Y entonces miedo. Y entonces vuelves y yo te pido que te vayas. Por favor, vete. Y más miedo. Miedo que se te agarra a los poros de la piel y no te suelta. Y yo te calmo pero no sé hacerlo mejor porque se me olvidó como luchar frente a eso. Hacía mucho tiempo que no me enfrentaba a la duda. Duda y miedo. Como cuando estabas. Y menuda mierda, cómo se hacía esto, cómo haces que te crean, aunque ya lo hagan. Es un lento caminar. Odio ésta sensación porque me recuerda a ti, y me da un poco de asco volver a esos instantes de desesperación. Que ya se me ha olvidado lanzar esperanzas sólo para calmar el corazón, ya que nuestro corazón suele estar siempre calmado. Pero vuelves. Y tú me dices que sí, que no pasa nada, y parece que te vas pero es como si me gritaras en silencio que no me crees, que sólo te crees a ti mismo para que el dolor no cruce ninguna barrera. Te odio, fantástica duda, mucho. Y mientras ahí estoy, tratando de atar mi respiración a tus latidos. Parece que la vida nos lleva ventaja y nosotros aquí, creyéndonos ganadores. Ven aquí y dime: te tengo, tranquila. Y de repente llegas tú. No sé, será culpa de tu piel. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena hasta que te conocí a ti, y tú lograste que yo también me lo creyera, así que por desgracia te necesito... y tú me necesitas a mi.








jueves, 12 de diciembre de 2013

La vida no se detiene por nadie.

Alguien que me saque estas ideas de la cabeza, por favor. 

...pero que aquí estoy, aturdida.
hay momentos que justifican una vida.
Y vidas que duran un suspiro.
curioso cuando sólo tienes miedo de ti misma.


miércoles, 11 de diciembre de 2013


y vuelta a empezar.
Soy un incordio.

martes, 10 de diciembre de 2013


Ésta es la primera vez que siento la urgente necesidad de que el mundo se detenga 
hasta que yo pueda comprender lo que está sucediendo.








lunes, 9 de diciembre de 2013

Déjame que te deje tenerme pena.

Qué caro es el tiempo

Mongo duerme.


Y me cuida cuando no estás.





Besos pasión.

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir te amo. Trato de decirlo a oscuras. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la habitación, loca, llena de ti, enamorada. Iluminada, ciega, llena de ti, derramándome. Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado. Repito tu nombre, vuelvo a decirlo, lo digo incansablemente, y estoy segura de que habrá amanecer. 

                                                                                           






miércoles, 4 de diciembre de 2013

hoy hago un punto y aparte;
conmigo misma.


                              






A veces el peor enemigo eres tú misma.







martes, 3 de diciembre de 2013


A veces necesitas desgarrarte un poco por dentro;
cuando echar de menos empieza a ser dolor.



Hacía mucho que no me sentía
 tan triste.



Somos un trozo de vida.

Aprendí que las cosas más bellas del mundo no se pueden oler, ni tocar, ni tan siquiera apresar. Hay cosas que sólo se deben sentir con el corazón. Y mi corazón a veces enfurecido me pide estar contigo. De algún modo, el repetir las viejas historias una y otra vez parece que nos acerca algo más a lo que creemos que fueron. Creo que la gente que no piensa demasiado tiende a envejecer demasiado rápido. Y así estoy rodeada de gente, pero sin ti. No te despidas. Oscilabas entre el llanto y la risa. Bajo la fina capa de una desmesurada alegría de vivir arrastrabas siempre una pena. Yo también. Éramos iguales. Ése último momento fue de las dos. Añoro tu falta siempre que me río, sé que deberías estar aquí riendo conmigo y muriendo de amor con las luces de navidad que tanto te gustan. Ya mismo estarán encendidas, verás. Creo que te mereces algún tipo de disculpa. No quise llorar, pero nadie me ha enseñado a contener las lagrimas. Al menos no con sutileza. Somos raras, un trozo de amor, ya lo sabes. Hoy que no estás sé que eres mi pequeño hogar. Y en los hogares siempre se guardan miles de recuerdos. Espero que estés aprendiendo mucho y queriéndote como debes. A mi me tratan muy bien, no te preocupes. Tú sabes quién me cuida. Quiero que sepas que te estoy haciendo caso y no como tanto chocolate como antes, que me busco en detalles que me hacen feliz, que escribo mucho porque me gusta hacerme sentir, que trato de superar todo lo malo que vino. Y ya casi se va, sólo hay que intentarlo con fuerza. Todos tenemos miedo. Y a veces me asusta olvidar. Es por culpa de mi niñez, ya sabes, nunca me han gustado las despedidas.

Querida Sarah;

Te echo mucho de menos. A veces me acuerdo de nuestras largas charlas en tu balancín y de esos momentos de risas estúpidas por las calles. Me alegra mucho que estés bien y seas feliz. De verdad, estoy muy orgullosa de ti. Cada día me despierto con unas ganas tremendas de verte sonreír y de darte un abrazo enorme. Me apetece mucho una tarde de esas de compras nuestras, enamorándonos de cosas caras y después tomando café. Me acuerdo de ese diario de mash en el que dibujábamos comics y luego nos inventábamos historias idiotas para después reír a carcajadas. Echo mucho de menos tu risa. Espero que estés aprendiendo mucho y espero poder reunir algo de dinero para ir allí a achucharte fuerte. Echo de menos tus consejos. A veces no sé qué hacer y sé que sólo te necesito aquí para acogerme un rato; porque has sido y siempre serás mi pequeña casa. Y aunque mi casa esté lejos ahora, sigo sintiéndome agusto con tus palabras. Me acuerdo que siempre huías en Nochevieja pero eras la primera en felicitarme cada año. Fue muy triste cumplir mis veinte sin poder abrazarte. Sé feliz y quiérete mucho. Con amor. 












Y ahora mismo están durmiendo en su cajón:
cada beso, cada flor, cada canción.





jueves, 28 de noviembre de 2013

Todos necesitamos un cómplice.



El agua de la ducha
contra tu piel
mojada.
No hay música
-ni moderna ni
clásica-
que iguale eso,
lo que ahora siento,
lo que me imagino 
al escucharla. 


Y quiero no faltarte nunca.

Ya casi es hora de dedicarte mi insomnio. 


Amar no es solamente querer.
Amar no es solamente desear.
No es atrapar.
Amar es sobre todo comprender.
Aceptar.
Regalar.

Pienso envolverme algún día en una gran caja color naranja
con un lazo bien grande;
ese sí azul.
Para salir y gritarte;
tú tienes la culpa de provocar este amor.

Hacer el amor es labrar un cuerpo
y cosechar estrellas.







Y al final 
el amor que recibes
equivale al amor
que haces.


Última letra de la última canción
del último álbum de los Beatles. 



Iros todos los tíos a tomar por culo!

Hoy es uno de esos días estúpidos. ¿Y tú para qué te levantas? Asomas la cabeza con alguna esperanza pero parece ser que el destino o el cosmos o lo que sea que mueve el mundo no está de buen humor hoy. De verdad, iros todos los tíos a la mierda. No me toquéis, no os acerquéis. La hipocresía va corriendo por las calles alegremente; y viene y te saluda e incluso te da dos besos. Y tú, ay, ilusa de ti, ¿qué coño vas a hacer? No creo que se pueda definir esta sensación. Asco. Pero compasivo. Una especie de sentimiento que te embadurna la piel y te arrastra por los suelos. Bah, en serio, no me miréis más a los ojos. 

Y me pregunto cómo una persona puede dañar a otra sin importarle lo más mínimo qué pasará después. ¿Y para eso venís? ¿Para eso lo adornáis todo tan bonito? ¿Para noches de sexo y nada más? Palabras, palabras, palabla bla bla... ay, que hastío. Haré lo que me de la gana y dejadme en paz. Qué bonita esa arrogancia que malgastáis y vais soltando por todos los rincones. A mi que no me gusta maldecir. 

Ésta historia que te cuento es como un grito.

Auxilio.

(Del lat. apathīa, y este del gr. ἀπάθεια).
1. f. Impasibilidad del ánimo.
2. f. Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía.


El mundo está lleno de gente que se conoce y no se mira.













miércoles, 20 de noviembre de 2013

porque tiemblo cuando pienso en ti.






Hay ocasiones en la vida en las que vives algo sin esperarlo, algo que sabes que no es normal, algo que te recorre y te devora por dentro, algo que empieza a zarandearte y no te deja libre, algo que sabes que no volverás a encontrar. Ocasiones de la vida que se clavan en ti y consiguen permanecer en cada poro de tu piel. Oportunidad de ser especial, la excepción, la rareza, lo que apareció y se fue. Todos dicen que el amor duele. La soledad duele, el rechazo duele, perder a alguien también duele. La envidia duele. La realidad es que el amor es la única cosa en este mundo que cubre todo el dolor y hace sentir a alguien maravilloso otra vez. El amor es la única cosa en este mundo que ha dejado de dolerme. Me gusta recordar que después de todo, soy afortunada por seguir viva después de la tormenta. Al ponerse el sol se encienden tus ojos frente a mi.








People help the people.

Que no.

www.rainymood.com
i love it

Si fuésemos lluvia,
tú serías llovizna,
y yo un huracán.


Es complicado eso de ser ese diez por cierto, 
frente a muchos noventa por cierto,
tristemente, 
que disfruta de mojarse bajo las nubes.
Vacío, frío;
nadie va a entender nunca
lo que me hace sentir
esa angustia que a todo el mundo
le da empaparse.
Mientras la gente huye de las gotas, 
yo he huido toda la vida de los paraguas.
Me disfrazo de ti;
y así puedo llorar con calma.
Tómate un respiro;
no eres el primero que
 no lo entiende, lo ve extraño,
no acierta a comprender porqué,
lo niega, no le gusta.
eres rara,
tranquilo,
ya me acostumbré.

No podemos separarnos 
si no nos une nada.




Quiero decirte en silencio; 
que sobran palabras, 
que faltan momentos,
que no siento nada, 
que vengo a buscarte,
que nunca te encuentro.

'Lo supe siempre. No hay nadie que aguante la libertad ajena; a nadie le gusta vivir con una persona libre.
Si eres libre, ese es el precio que tienes que pagar; la soledad.'
Ay vida, que sola estás.




sábado, 16 de noviembre de 2013

:F


Haced algo extraordinario ya.
Enamorada.
Y libre.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Entre tú y yo la música es perfecta.

Contar cuantos minutos me separan de tu lado.

Te quiero porque me arropas por las noches y no dejas que pase frío.
Te quiero porque me besas la frente cuando me poso en tus ojos. Y parece el gesto más puro que me regalas ésta noche. Y yo me derrito un poquito más. Como si me marcaras con un pincel invisible de esa dulzura que desborda cada poro de tu piel.
Te quiero porque recuerdo la primera noche que te besé y esa rosa que me regalaste. Y se me revuelven mariposas en el estómago algo roto, ya sabes.
Te quiero porque cuando me rozas haces magia, sin varita ni nada, sólo con las yemas de tus dedos.
Te quiero porque la vida es más sana desde que estoy contigo. Porque me has enseñado a esperar lo mejor y a ser la mejor versión de mi misma. Porque no sabía que existías y ahora sólo quiero que te quedes.
Te quiero porque dejaste de ser un capricho el mismo día que empecé a echar de menos tu voz. Porque me hablas de ti. Porque no inventas, porque no mientes, no dañas.
Te quiero porque el tiempo que pasamos abrazados nos reímos del mundo. Le damos mil vueltas al tiempo y revolvemos mi habitación.
Te quiero porque te da pena irte a las seis y media de la mañana. Y aún así me besas.
Te quiero porque ante todo puedo hablarte con claridad, y eso me tranquiliza. Porque te gusta hablarme de amor, con los labios.
Te quiero porque hemos creado horarios nuevos de comer a las cinco de la tarde y cenar a las tantas. Porque me has hecho ser otra persona. Otra persona mejor. Más viva. Y eso no lo había hecho nadie.





Decirte que ésta vida, sin tus besos, no la quiero.







lunes, 11 de noviembre de 2013


Es que la noche siempre es corta
 cuando estoy comiendo de tu boca.

jueves, 7 de noviembre de 2013

*

Tú sabes que a veces me despierto de noche y tengo absoluta e irrevocable necesidad de tocarte, de sentirte a mi lado. No sé qué tienes de reconfortante, pero el saberte junto a mí hace que en mitad del sueño me sienta bajo tu protección. Ahora tengo horribles pesadillas, pero mis pesadillas no tienen monstruos. Sólo consisten en soñar que estoy sola en la cama, sin ti. Y cuando me despierto y ahuyento la pesadilla, resulta que, efectivamente, estoy sola, en la cama, sin ti.

Ven y me acurrucas ésta noche.
Que me van pesando las horas cada día más.

I'm not scared of the dark.


Puedo decir al fin y digo que es verdad:
el amor es un invento necesario.
.

martes, 5 de noviembre de 2013

Así, como dato.

Dos extraños que ésta noche se miran.

Sin amor, todos los besos saben a lo mismo.

Te miro a lo lejos caminando, decidido. Y entonces llegas, a la una y media de la madrugada. Bien tarde y con mucho frío. Y me abrazas cálidamente y en esos ojos verdes siento que sí que tenías ganas de verme de verdad; ¿que pasa bonita?, no te veía desde hace mil años. Sonríes. Y comenzamos a charlar de como han ido nuestras vidas, de tantos meses sin vernos, de ti, de nosotros... y en un momento pienso que te ves exactamente igual. Los mismos ojos, las mismas frases, la misma sonrisa de pícaro. Y me alegra estar ahí contigo ganando datos de tu vida, y tú de la mía. 'Las cosas me van muy bien, finalmente encontré mi camino.', te digo. Y sonríes y me cuentas que has viajado mucho y todas esas cosas que tú siempre has echo. Volar de aquí para allá, bailar, salir de fiesta... cantar. Esa vida que sólo llevas tú pero que para mi no la querría. Y te detienes en la puerta de aquel bar y fumas esa mierda para tus pulmones que es peor que el tabaco. Y ya dentro bebemos y nos reímos de mil historias pasadas y de errores que cometimos. Y hablamos de los que quedan por cometer y yo empiezo a pensar que no quiero equivocarme contigo más. Se fueron. Todas esas cosas que sucedieron y luego quisimos borrar, y las que sucedieron y no borramos también, esas ganas de besarte cuando te tenía cerca, un quiero y no puedo sin terminar. Todo eso desapareció. No sé cómo ni donde ni cuando pero se esfumó. No estaba preocupada por ello, pero tenerte delante y ver simplemente a un viejo amigo me confirmó muchas cosas que yo ya sospechaba. Entendí que a veces en la vida las cosas cambian drásticamente, y te lo dije; 'nunca llegas en el momento ni en el lugar adecuado'. Y tú te encogiste de hombros pero ambos entendimos que ya nunca iba a existir ese momento adecuado. Que pasó. Que las cosas se acaban y la vida puede volver a tener sentido. Que fue bueno tomarte. Que fue bonito mientras duró pero que sólo logró ser eso; bonito. Que me sigue gustando tu sonrisa mientras me hablas de todo lo que has echo, que me sigue gustando verte feliz y lleno de vida, pero que no. Ya no quiero besarte. 'No puedo besarte si sé en ese mismo instante que me estoy equivocando. Tengo a una persona a mi lado que no se merece nada de esto.'
Y así la gente aprende. Aprendemos. Es mentira eso de que la verdad duele. La verdad a veces no duele; simplemente es un fino hilo que deja ligadas a dos personas lejanas y extrañas, porque si, al fin y al cabo un beso no descubre nada del otro. Fuiste y serás un gran amigo, un gran apoyo en malos momentos, un gran abrazo mientras lloraba, y siempre te lo agradeceré; que me sonrieras, que me abrazaras fuerte para que no me rompiera, que me besaras con cariño, que me secaras las lagrimas cuando estaba rota, que vinieras a hacerme reír mientras me moría por dentro. Y te miro de lejos caminando, decidido. Y sé que la vida para algunos ya ha dejado de tener alma sin esa persona que te ríe las tonterías y te arropa las miradas. Y no. Lo siento pero no eres tú. Dejemos que el pasado nos siga recordando aquel viaje, aquella gente, aquel momento de magia y esos que nadie sabe pero que tú y yo sí. Disfrutemos de saber cómo nos está tratando ésta vida tan larga y tan corta a la vez. Y seamos felices, pero separados. Cada uno con su trocito de luz (el cual yo ya encontré), tú hazme caso, ya llegará el tuyo. Sólo quería decirte que me gustó mucho saber de ti y poder mirarte a los ojos.. pero que firmemente creo que nunca he sido tan feliz con alguien, y ese alguien no eres tú. Te quise lo suficiente para no olvidarte nunca. No me olvides tú y sigue viviendo como has estado haciendo hasta ésta misma noche. Por último, canta siempre;

Do you know the Muffin men who lives in Gantinkow? 
 ♪         ♪  





lunes, 4 de noviembre de 2013

Que dulce fue tenerte dentro.

Y me besa la sonrisa y me tiemblan las caderas. 
Y su aliento sabe a anochecer,
a besos cortos pero a la vez muy largos. 
Y sus labios saben a galleta, a canela con limón y a alegría. 
Con sus ojos me cuenta mil historias y no dice ni una palabra.
…y le miro. Le miro y me sonrojo. Y el corazón se me acelera.


Si te quedas conmigo,
te prometo todas las leches rizadas del mundo ;)


miércoles, 30 de octubre de 2013

Sweet como tú.

Puedes aún no saberlo, pero lo adoro; el frío, tremendamente. La lluvia, sobretodo la lluvia. También tus ojos esbozando el último susurro del día. Sé que a nadie le gusta sentirse gélido, lo asumo; y me da igual. Me gusta entrelazar las yemas de los dedos con las gotas de rocío que van desvistiendo las nubes y enamorando al cielo y a mi piel húmeda (no tanto como tú, claro está), pero mucho,
y caen, despacio (porque todo lo que se hace con amor suena despacio)
y ahí me quedo, fría, pero con mejillas sonrosadas.





me gusta mojarme.
me gusta deleitarme
en las nubes.
sentirme así,
húmeda
(siempre en el sentido poético)
y si es pegada a ti, mejor.
y si es sobre ti, mejor.
y si es apretando tus labios, mejor.
y si llueve, agárrame.

Tranquilo;
si me voy será sobra una cama y será contigo.




lunes, 28 de octubre de 2013

Me has enseñado que el amor es otra cosa.

Me pierdo en ti.
Muchísimo. 

Atrapada. Entre la pared y tus labios, tus manos sobre las mías, tu cuerpo sobre mi cuerpo. Mi autocontrol que está ahí (que siempre está aunque no lo creas) pero joder, lo vas borrando cada vez que me rozas el cuello. Dulzura, amor, cariño. Y fíjate que eres tú el que pide responsabilidad.
'Quiero que seas responsable ésta noche'. Y yo asiento, claro. Y me dispongo a ello, pero te acercas por detrás. Y el roce de tus dedos sobre mi piel recorriéndome de arriba a abajo, claro, quién diablos va a luchar contra eso. Aquí estoy yo, abrazándome a tu piel como si te fueras a escapar, junto a tu respiración. Que me toques como si fuera de cristal, pero sabiendo que no voy a romperme. Delicadeza. Que me atrapa y desquita cada susurro que sale de mis labios. 

Atrapada, sin quererme ir. Como un vicio, como una droga. 'Te has metido en todos los rincones de mi cuerpo y de mi mente, maldita' Como una maldición de las buenas, como un secreto inconfesable, como una mirada que nos define y nos dicta que debemos seguir besándonos. Bésame. No dejes nunca de hacerlo. Como una perdición. Como una felicidad que te recorre una y otra vez cuando te acaricio. Y cuando te muerdo, y tú te quejas. Y te pido perdón, y no me perdonas nunca con palabras pero con la mirada me comes. Como mi medicina. A los días malos, a los buenos, a los nuestros, a la luna, ya sabes, ida y vuelta. 

Atrapada, pero libre de cadenas. Atrapada en ti. 
Pero tan sana, tan buena, tan transparente y tan de verdad.
Cuando ríes, todavía te deseo más.

Tú que has venido a ser mi salvación, quédate.






domingo, 27 de octubre de 2013

Amapolas que dejaron de ser amapolas.


Hoy vagabundeo por los caminos con algo de tristeza. He descubierto que quizá siempre he podido ser peor persona. Indiferencia, ignorancia, crueldad, agotamiento emocional. En mi mano tengo muchos ases en la manga, pero ya están muy caducados. Se pueden utilizar, pero carece de lógica o sentido martirizar a otra persona. A mi no me gusta dañar. Cierto es eso de querer tirar las paredes abajo de la rabia, pero interiormente sólo puedes gritar. Quiero que sepas que hoy me han avasallado muchas palabras que yo misma dije y las he visto inútiles. El corazón de un hombre no se mide por las veces que hace llorar, sino por cada vez que hizo sonreír. Lo siento, tú tienes muy mal récord. Yo me dejé ser. Quise mucho más de lo que te imaginas. Pero no a ti.






miércoles, 23 de octubre de 2013

Tan simple.


Así me enamoré yo de ti.

lunes, 14 de octubre de 2013

Cuando me necesites a tu lado.

Sólo es un momento malo y pasará.
Eh, oye, tranquilo. Estoy aquí, ¿vale? Ven, cierra los ojos y coge aire profundamente. Deja que mis dedos surquen todos los poros de tu piel. Deja la mente en blanco, no pienses en nada. ¿Oyes tu respiración? Cálmate. Voy a encargarme de medir cada latido que rebosa tu pecho hasta que tu presión arterial vuelva a parecer coherente. Cógeme la mano, mírame a los ojos. Estrújame como un globo si lo necesitas, desquítate conmigo, haz chistes tontos, grita. ¿Me ves aquí? No pienso irme. Vas a tener que aguantarme. Sé a ciencia cierta que todo esto pasará, ¿y sabes porqué? Porque las cosas se acaban. Las cosas malas terminan así como las buenas inevitablemente también. No estoy hablando de ti y de mi. Sólo son situaciones, momentos, pocas ganas, frustración. Hazme caso, un mal día sólo tiene 24 horas y por lo menos 7 quiero que las pases durmiendo. Me gustaría besarte la frente y acariciarte para tranquilizarte en este instante. Duerme, no desesperes, no te agobies. Escúchame, si estás ahí, quiero que sepas que todo esto nace de una ávida esperanza de que todo va a cambiar. Fíjate, que bonita la vida. Que da todo de golpe y a veces ni te mira. Tan bonita que a veces se despista. Es vida lo que me das, me haces sentir muy grande. Nadie puede quitarte esa sonrisa de la cara, oblígate a sonreír. Eh, ¿me oyes? cágate en lo que quieras pero tira hacia delante, aquí estoy yo para darte la mano. 



Contigo.






sábado, 12 de octubre de 2013

Te enamoraste.

Y conocí a una persona. De esas personas que te cambian la vida sólo con conocerlas.




Que como tú me quieres no me ha querido nadie.
Ya extrañaba el roce de tus dedos sobre mi piel.
No te vayas nunca.


lunes, 7 de octubre de 2013

Si no va a ser incondicional no quiero que me des nada.


Aprende la lección.

Que a querer nadie te enseña.

pese a esas cosas que siempre salen mal 
en mi estómago.

Quiero escucharte decir lo que gritan tus ojos.

Encerrada en ese cuarto contigo,
hablemos de comerte la boca.
Y bueno, ya sabes. Contigo.
El cuello, los lunares de tu espalda y esa curva de tu pelvis
que encaja perfectamente en la mía. Contigo.
Como persona racional tuya
que debe cuidar de ti. Contigo.
También como persona pasional
tremendamente tuya que soy,
ven y cómeme de arriba a abajo. Conmigo.
Que me busques las cosquillas,
y que nadie me toca como me tocas tú.
En una cama chiquitita,
la que tú quieras,
y pararía todos los relojes antiguos de las paredes,
para no alejarme mucho de ti.
Y de repente:
''te haría el amor locamente.'


De detalles que se dicen un 7 de octubre a la 1:15 de la madrugada,

 (uy, se nos pasó la hora)
pero que enamoran igual.

sábado, 5 de octubre de 2013

Don't look back in anger.


Te daré un consejo.

Quien nos quiere no nos abandona jamás.

Entonces recuerdo aquel día que estábamos allí boca con boca.
 ''Si me fallas tú no podré volver a confiar en nadie más.''

Hay personas que son como llegar a casa y quitarte los zapatos.


domingo, 29 de septiembre de 2013

De ese día que tanto nos gustó.

Te quiero siempre a mi lado.
O encima, no importa.
Una mirada. El color de mis ojos. Tus pecas.  Un mechero azul. Fuego. Una cerveza.
Una risa. Dos historias. Un bar de mala muerte en un callejón. Una rosa. 
Tu y yo nos parecemos.
Música. Acción. Tu camisa negra. Mucha cerveza. Cuatro de la mañana. Ese rincón en medio de la discoteca. Más risas. Tu cuello, mi boca, tus manos. Un beso. Y otro. Y muchos más. Siete de la mañana. Coincidencias. Benditas sean. 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Los lunares se inventaron para que alguien los contara.
despacito, con amor.


No dejemos para mañana 
las ganas que nos tenemos hoy.






Este corazón queda clausurado.
[A las 3:21 de la mañana y en cada amanecer que me estés abrazando.]

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My madness keeps me sane.