Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 20 de diciembre de 2015

Por ejemplo que me desesperas, por ejemplo que sueño contigo, amor.


Tú sabes que a veces me despierto de noche y tengo absoluta e irrevocable necesidad de tocarte, de sentirte a mi lado. 
No sé qué tienes de reconfortante, pero el saberte junto a mí hace que en mitad del sueño me sienta bajo tu protección. 

Ahora tengo horribles pesadillas, 
pero mis pesadillas no tienen monstruos.
Sólo consisten en soñar que estoy sola
en la cama, 
sin ti. 
Y cuando me despierto y ahuyento la pesadilla, 
resulta que, efectivamente, 
estoy sola, 
en la cama, 
sin ti.

Ven y me acurrucas ésta noche.
Que me van pesando las horas cada día más.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Pero qué pasa aquí.



He decepcionado a mucha gente en mi vida,
 no te creas tan especial.

Qué bonito escribes, ¿tú también necesitas un abrazo?




La vida.
Quién me iba a decir a mi todo lo que está ocurriendo tanto tiempo después.
Tiempo. 
Porque -al final va a ser verdad- el tiempo todo lo olvida.
No me puedo imaginar a toda esa gente que no tiene letras como hace para cubrirse de la lluvia.
¿Qué hacen? ¿Cómo lo soportan?
¿Cómo entierran su futuro y -de nuevo- empiezan a construirlo otra vez?

Tal vez aún no lo sabes, pero me gusta la gente rota. Como yo.
Esa gente que no viene al mundo para inflar su ego ni agradar a nadie.
Gente que se desvive por ayudarte, que sienten de verdad y que atropellan la vida con sus miradas.
¿Qué sería del mundo sin esas personas?

Un verdadero héroe es el que cuelga la capa al entrar en tu vida y, en silencio, te abraza.
Y de esos quedan pocos.
Bonita esa gente que sigue sintiendo a pesar de las causas pérdidas.

Ya sabéis,
quiero pensar que fuera de aquí somos felices y follamos todos mucho.
Además
tal vez no lo sabes pero
La mayor parte del sufrimiento deriva de que nunca se es insustituible para nadie.







jueves, 10 de diciembre de 2015

Melancolía.

Cuánto lamento cómo fui. 
Todo el tiempo. 
En el antes, el durante y el después. 
Profundamente equivocada, inmadura, desequilibrada y emotiva.


Es un poco triste que algo tan feo como olvidar sea tan necesario para seguir viviendo.




No sé qué has hecho conmigo, pero no lo deshagas.



- ¿Qué me estás queriendo decir?
+ Te quiero decir que no entiendo muy bien ni cómo ni desde cuándo ni porqué, pero te quiero. Supongo que para saber que quieres a alguien no hace falta saber ni cómo ni cuando ni porqué. Todo empezó una noche en la que me sonreístes. Y poco a poco te miraba cuando te acercabas. Y cuando te ibas me quedaba un rato mirándote y por dentro deseaba que volvieras atrás y te despidieras con un beso. Pero yo me decía que no. Hasta esa noche en la que empezamos a hablar. A veces cualquier noche hace un milagro. 
El mundo es una mierda pero aún hay sitios llenos de magia. Y cuando digo sitios me refiero a personas. 
No sé si me explico.



lunes, 7 de diciembre de 2015

No es por ti, es por mí, he crecido.


La felicidad no es infinita.
Pase lo que pase,
por suerte
el dolor se desvanece también.
Lo único que tengo claro en este caos de existencia es que -poco a poco- todo llega. Todo. Y podemos patalear y desvivirnos por el camino pero el final es el mismo. 
Todo llega y todo pasa. 
Y no sé, poco a poco. Maduras, aprendes, te dejas llevar, te decepcionas terriblemente y te mueres a ratos. Qué locura.
Ahora no sé si te encontré o me encontré a mi misma. Ya sabes, qué bonito morir de miedo si el accidente eres tú.
De verdad,
creo que el mundo necesita más gente que piense menos y sienta más.
Lo malo de todo ello
es cada chasco que te llevas.
Mira;
No sé qué has hecho conmigo, 
pero no lo deshagas.


Aún no lo sabes, 
pero tú y yo separados
estamos mucho más cerca que otros muchos estando juntos.









domingo, 6 de diciembre de 2015

No eres lo que logras, eres lo que superas.



Te va a pasar la vida
y
yo seré
tu paz.




sábado, 5 de diciembre de 2015

Don't become who hurt you.

[...]
Nunca he tenido un diario al que, secretamente, confiar cada noche mis más íntimos y delicados sentimientos.

En lugar de eso, mi impulso natural ha sido el de exhibirlos como si importasen una mierda. Regalarlos antes del primer hola, analizarlos públicamente sin venir a cuento, colocarlos con mimo e insensatez sobre las manos del primero que pasa y decir: toma.

Te llevas cada chasco.

Madre mía: te pegan cada hostia en la puta cara.

Pero también creo que, cuando uno expresa impúdicamente lo que siente, tiene más opciones de relacionarse con gente que está igual o peor de la cabeza.

La personas que están fatal de la cabeza van y vienen, meten la pata a sabiendas, responden a un esquema moral propio y personalizado en el que nadie tiene la culpa de nada; te joden la vida con el fondo musical perfecto, transmiten enfermedades y dan besos muy bonitos.

No sé: con la gente que está fatal de la cabeza todo esto es mucho más sencillo.
[...]

Jose M.Campos.






Puedo follar con cualquiera que conozca una noche, 
pero sólo quiero dormir contigo.




Mi foto
My madness keeps me sane.