¿Has sentido alguna vez que el tiempo te engaña? Todo cobra sentido en un momento y, sin embargo, un instante después se generaliza la situación y te pierdes en los minutos que francamente no transmiten nada o lo transmiten todo. Una sensación extraña. Similar a la confusión. Muy parecido a no saber si estás aquí o allá. Si vienes o vas y si, en alguna milésima del día, has disfrutado algún momento o se ha escapado de tus manos. Un reloj roto. Que gira a la derecha y de golpe y porrazo lo hace a la inversa. Que cambia las horas y las convierte en pensamientos frágiles que se rompen y chocan una y otra vez con la barrera de la lucidez. Un sentimiento de libertad y asfixia justo en el mismo instante.
¿Has sentido alguna vez que el tiempo se apodera de ti? Que te hace andar, viajar, pensar, correr, divisar las sombras y buscar en las nubes.
Una sensación rara. Peculiar. Un tanto psicótica. Algo lejana, pero que hunde sus huellas en tu piel.
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