Y dudar y comenzar a preguntarse el
porqué y el
porqué no. Y pensar y dilucidar entre tantísimos momentos vividos y aquellos que aún no llegaron. Es una misión complicada, que comienza por la pregunta de:
''¿Qué quieres tú?'' Y entonces se te abre un mundo de posibilidades mientras que él está ahí, creando siempre de la nada problemas que tan siquiera tienen un argumento sólido. Empezar a sentir que las cosas no van tan bien como parecía, que quizá nunca lo fueron, entablar una relación entre lo que sientes y lo que estás dispuesta a sentir. Nunca se intentará convencer a nadie de aquella afirmación que jamás vivió. Metáforas sin sentido, luces que poco a poco se apagan mientras tú te quedas ahí, inmóvil. Y de nuevo dudar y comenzar a preguntarse el
porqué y el
porqué no.
Bonitas son las frases que se dicen
en el lecho del enfermo.
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