Como el cubo de agua que nos tiraron aquella madrugada
a las tres,
a las tres,
como las seis copas que entraron
como el aire por mi garganta,
como las miradas afónicas que no pueden gritar
"te llamaré" o "te quiero",
"te llamaré" o "te quiero",
como los susurros a medias en la cuneta perdida
donde nadie te oirá porque tienes miedo,
como las esquinas donde nos parábamos a descansar
a medio camino de tu casa y la mía.
a medio camino de tu casa y la mía.
como las cuatro notas que escribí en las sábanas
con la piel a cien,
con la piel a cien,
como todas las almohadas que cayeron de la cama
porque molestaban,
como todos esos esfuerzos que nos tomamos en terminar bien
y que luego nos jodieron el cielo,
como las púas que te hacen los amigos y que perdonas
porque sino otro no lo hará ;
y porque lleváis juntos muchas lunas,
como el tiempo que se te escurre entre las manos, tan frío
en una puta mañana,
como un orgasmo,
como un garrotazo de sinceridad,
como un no-sé-qué no-se-donde,
como que se te encoje algo
en algún lugar
de tus oscuros
ojos.
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