La pena y el cansancio también tienen sus límites.
Uno recobra el ánimo o las energías al poco de temerse que no resiste más.
Tocar fondo es también una forma de rebotar.
Aligerarse.
Enterarse que en lo hondo del agujero
también soplan de pronto n u e v o s a i r e s.
-Xabiar Velasco-
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No atreverse no hace daño, pero impide vivir.
Poco recomendable.
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