Como la estrella del cielo que más brilla de todas.
Como un milagro, asombroso, dulce, especial, imparable.
Como un milagro, asombroso, dulce, especial, imparable.
Honestidad en su estado más primario. Humildad, amor, compasión, una ternura extrañamente singular, unos ojos que te comen de cariño. Un afecto que viene a arroparte por las noches. Suavidad, bondad, ni un reproche en veintidós años de existencia.
Excesiva modestia, una paciencia que inunda años de mi vida, un mimo que no abarco a abrazar cuando lo veo.
Alguien que no te ha hecho llorar en veintidós años de vida.... no sé, ¿cómo se supera eso?
Decidme.
En la mía, literalmente, él.
A ti, papá.
Te necesito tanto.
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