Me pareció curioso aquel momento. Me pareció curiosa aquella noche en la que me percaté de todo aquello.
Yo, vagando siempre entre ideas disparatadas, destinos sin lógica, tratando de huir y volar más y más... siempre pendiente de nuevas propuestas, nuevos rincones, nuevos momentos...
Y sí. Habrá miles de países, centenas de ciudades y mil rincones por descubrir... y el mundo podrá expandirse todo lo deseado y podrá llover o nevar sobre nosotros o incluso el sol podrá calentarnos con toda su fuerza hasta quemarnos pero... te soy sincera, en ese momento, lo único que quería era tenerte a mi lado, con los ojos cerrados, mientras te besaba la frente.
Nada -y lo siento como algo auténtico, sincero, fidedigno- no había absolutamente nada en la faz de la Tierra o el universo entero que me llenara y ensanchara más el alma en ese instante que imaginarme en cualquier sofá, rincón o recoveco del mundo rodeada de tus brazos.
Please, let me go home.
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