No me mires cuando mire, sin mirarte entre los poros,
de tu piel de terciopelo, de la curva de tus fauces,
mírame cuando repose en el cajón de mis raíces,
que elegí el papel de mártir por morirme por un beso,
por el camino maltrecho de la vida y sus compases.
Déjame que te cuente... ;-)
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