Y de nuevo ocurren cambios y, de cierta forma inesperada, te preguntas una y otra vez quién eres y qué haces en este mundo tan estúpido y a la vez hermoso que flota sobre tus pies.
Tal vez de tanto en tanto, la alabanza eche a perder a alguien, pero es seguro que cada día algo digno y bello muere por falta de elogio
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