Si no sabes a qué puerto quieres ir, ningún viento será bueno
El genio maligno vino y me dijo: Mira, yo fui creado por Descartes en una de sus locas y desafortunadas aventuras nocturnas, mientras él bebía ron y su acompañante se divertía besando su cuello. ¿Y sabe usted que ocurrió? Que sin más dilación ella se cruzó con algún otro perro que vagaba por el bar y siguió su camino tras el. Y ahí se quedó el pobre Descartes con su vaso de ron en la mano sin entender porqué demonios ella se fue. ¿Y entonces que piensa usted que fue a hacer? Pues tiró unas cuantas monedas en la barra, cogió una pluma y comenzó:Sé que Dios tiene infinito poder y es absolutamente perfecto, sin embargo, ¿Quién puede asegurarme que no existe un ser increíblemente divino y malvado, a su vez, cuya única finalidad sea engañarme y no darme certeza haciendo que siempre infinitamente caiga en el error? Podría no existir; ¿Pero y si existiera?
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