Mírame, que no pretendo intimidarte.
Me gusta quedarme fija mirando tus risas mientras conduces.
Escucharte cantar.
Observar el ritmo que te corre por las venas
con cualquier canción.
Sonreírte cuando veo que abres los ojos.
No saber que palabra pronunciar cuando me tocas.
Siempre recordaré que me olvidé de tu tarta.
Me gusta que no me dejes estar en la cocina y le eches
un bote de sal a todo lo que haces.
Me gusta que me enseñes a morir más de 14 veces en la misma partida.
Adoro tus flores un seis de julio.
Me gusta lo de tirar toda la ropa de la silla al suelo.
Caminar a tu lado.
Poner sonrisas a cada paso y respirar.
Será bonito lo que queda por llegar.
Llorar de felicidad sentados en un mirador frente a la Alhambra.
Andar descalza y que me cojas.
Regañame.
Haz que ésta magia perdure siempre.
Quiero que esa sonrisa que tienes cuando me ves no te la quite nadie nunca.
Ni siquiera yo.
Me gustas porque contigo he vuelto a nacer.
Gracias por aparecer.
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