Quizá pueda ser la única vez en mi vida que de verdad te escriba sin sentir nada. Y no me da pena, me produce hasta alivio. Me da paz. Las palabras son preciosas plasmadas en un papel, pero cuanta veracidad adquieren cuando alguien no es capaz de mirarte a la cara. Increíble. No te haces una idea. Y lo bonito que es levantarse de la cama con una sonrisa. Hace tiempo que pensaba en la manera de decírtelo. Nunca has sido realmente mío, siempre has sido tuyo. Y eso es lo bueno. Nunca nos quisimos tanto, no supimos caminar juntos. Nos entreteníamos en chocarnos y tirar cada uno por su lado. Hoy en día me alegro.
Encárgate de vivir como a ti te gusta. Y aléjate, es lo que siempre has sabido hacer.
Creo que no encuentro palabras para explicar lo que me provoca lo que escribes,es increible, de verdad
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