-¿Y tú porque no dejas de hacer ya ese dichoso ejercicio?
-Sólo lo intentaré una vez más -susurró sin levantar la vista del papel-
-Eso has dicho hace media hora -se quejó- Podrías dejarlo y comenzar otro, yo creo que andas colapsado.
-Tengo que conseguir saber porqué demonios no sale si lo he hecho absolutamente todo bien.
-Eres un cabezón, ¿qué más te da? Te vas a morir ahí con un insignificante problema.
-Si me muero, al menos tendré la satisfacción de haber intentado superar mi reto -dijo en voz alta cómo si de un juramento se tratase-
-Tío, estás chalado, es un simple problema -se acercó- deberías descansar.
-¡Nunca! -afirmó riendo para si mismo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario