Y el único gesto que te da fuerza es ese beso en la frente. Ese cosquilleo que te invita a seguir y a apoyarte en la gente que vale de verdad. En esa gente que te hace sentir bien y que perdona cada una de tus estupideces. En esa gente a la que no le importa llevarte y traerte, y hacerte sonreír. En esa gente que no te grita y te dice que tienes edad para hacer todo lo que te propongas, y lo hace todo contigo. En esa gente que habla contigo a las tres de la mañana y no le importa escucharte dos horas más. Esa gente por la que darías tu vida porque sin ella no significaría nada. Esa gente por la apagas el despertador por la mañana y anhelas un futuro mejor juntos.
Y el único gesto que te da fuerza es ese beso en la frente. Esa caricia que recorre tu cuerpo y aúna las preocupaciones y las echa de tu cabeza. Ese. Para mí.
Es el mejor gesto del mundo.
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