Y de repente llegas tú. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena, hasta que te conocí a ti, y tú lograste que yo tambien me lo creyera, así que por desgracia te necesito... y tú me necesitas a mi.
Que por muchos hombros que haya en este mundo,
siento que mi cabeza nunca encajará en ninguno
tan bien como lo hace en el tuyo.
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