Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


miércoles, 1 de enero de 2020

¿Cómo es escribir para ti?





Prepárate,
llevo 214 días contigo y cada minuto que pasa siento tanto por ti
que estoy empezando
a temblar.
De gozo, 
de anhelo,
de vida.

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir en el aire te amo.
Trato de decirlo a oscuras.

No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las dos de la mañana paseando de un lado a otro de la habitación, loca, llena de ti, enamorada. Iluminada, ciega, derramándome. 

Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado; no lo puedo silenciar. 
Cada poro de tu piel me hace cosquillas en la mente. 
Lo sé, estoy completamente tarada. Pero todo es por ti, que te has metido en todos los rincones de mi alma.

Trato de escribir sobre esos ojos azules que me hielan la sangre.
Trato de escribir sobre tu boca, que me transporta a sitios que no sabía que existían.
Quiero que sea eternamente mío el olor de tu cuerpo, de tu esencia. De esas pestañas doradas, de las yemas de tus dedos, de las arrugas de tu frente, de esos bosques que rodean tus pupilas, que a su vez, fíjate, ahora son el espejo donde se refugia y esconde mi mirada.

Trato de escribir que nada de todo esto tiene sentido, pero que de repente te quiero en cada rincón de mi futura vida, de mi futura casa, de mi futura cama; en las paredes, en las esquinas, en todos los momentos que aún no he vivido, en las tardes llenas de carcajadas, en los domingos al atardecer, en las noches de frío.

Trato de escribir acerca del anhelo que resurge en mi interior de amarte hasta el más profundo recoveco que existe dentro de mis huesos. De tu imagen por las noches, que se transforma en escalofríos que recorren constantemente mi espalda, de arriba a abajo.

Tú, un instante contigo me ha bastado para saber que no hace falta creer en destinos o en futuros.

Necesito decirte con las manos y mil besos tantas cosas que no sé escribir.

Del amor entre valientes, de eso va lo nuestro. 
De lo que nos gusta luchar. 
De lo fácil que lo hacemos todo; de lo complicado que somos ambos. 
De lo tontos que nos ponemos a las tres de la mañana cuando nos buscamos bajo las sábanas. De cúantas formas de querer puedo haber descubierto contigo en tan poco tiempo.

Trato de escribir que lo siento cada vez más fuerte, cada vez más fácil.

No soy capaz de expresarlo, si pudieras por un instante meterte en mi cabeza. 
Un segundo. 
Entonces sabrías cómo te veo, entonces te darías cuenta de que me quedo muda, que las palabras no me salen contigo, que mi cuerpo busca otra forma de comunicarse. 

Discúlpame, amor, sino soy clara muchas veces. Disculpa sino me doy a entender, pero de verdad, te lo juro, hay cosas que son necesarias escribir en tu piel, hay palabras y sentimientos que debes descubrir en mis pupilas, en las puntitas de mis dedos. Que no podría expresar aunque quisiera, que no se podrían plasmar en un papel.

Es necesario que sepas que cada suspiro, cada guiño, cada silencio es una caricia escondida, tímida. 

Acércate a mi cuerpo para entenderme mejor.

Cómo te quiero. 
Con cuántas ganas. 
No te imaginas, 
yo aún no me lo creo.

Cuando ríes, todavía te deseo más.







Dime, ¿cuándo fue la última vez que te quisieron tanto?










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My madness keeps me sane.