Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


miércoles, 26 de febrero de 2020

Nivel de autoexigencia; la luna.


La Real Academia Española de la lengua define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para ser... o suceder.
Y define la palabra improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.

Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad, que la imposibilidad.
Como a todo el mundo supongo.

La improbabilidad duele menos.
Y deja un resquicio a la esperanza

y a la ética.

Que David ganara a Goliat... era improbable, pero sucedió.
Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable... pero sucedió.
Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable... pero también sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer. Una periodista convertida en princesa. El doce-uno contra Malta. El amor... las relaciones, los sentimientos... nada se funda en una razón prudente.

Por eso no me gusta hablar de amores imposibles.... sino de amores improbables.
Porque lo improbable es... -por definición- probable.
Lo que es casi seguro que no pase... podría pasar.

Mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que ocurra, creo que vale la pena intentarlo.




TU / SUAVE / CARICIA / ESTREMECE / MI / PIEL

ESTREMECE / MI / CARICIA / TU / SUAVE / PIEL

SUAVE / TU / PIEL / ESTREMECE / MI / CARICIA







Y en sueños confunde la muerte, la vida: recuerda y olvida,
suspira, suplica, 

respira con hórrido afán.





Hazme el amor, que bastantes guerras me hago yo misma.

''Fue algo que traspasó cualquier frontera que yo pudiera tener cubierta.''

Lo más difícil de narrar siempre es el presente. Su espontaneidad no admite proyecciones, fantasías, desenfoques. No sé si son ciertas mis manos bajo la lluvia, o tus ojos, aquí. Llorabas. Llovía. Quién deja a quién si todos andamos diferidos de nosotros mismos, dejando atrás lo que no entendemos. Asusta pensar hasta que punto somos prescindibles. Sé que no podré olvidar cuanto vi en tus ojos; dulzura, desarraigo, esperanza. 
Puede que fuera yo quien lloraba, 
puede que fuera en mí donde llovía. 



''A veces uno amanece con ganas de extinguirse… 
Como si fuéramos velitas sobre un pastel de alguien inapetente. 
A veces nos arden terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan
 y somos horribles y lloramos y queremos extinguirnos…
 Así es la vida, un constante querer apagarse y encenderse.''

Rayuela - Cortázar





El tiempo sólo cura lo que ya no te importa.


La realidad.
Quién me iba a decir a mi todo lo que está ocurriendo tanto tiempo después.
Tiempo. 
Porque -al final va a ser verdad- el tiempo todo lo olvida.
No me puedo imaginar a toda esa gente que no tiene letras cómo hace para cubrirse de la lluvia.
¿Qué hacen? ¿Cómo lo soportan?
¿Cómo entierran su futuro y -de nuevo- empiezan a construirlo otra vez?

Tal vez aún no lo sabes, pero me gusta la gente rota. Como yo.
Esa gente que no viene al mundo para inflar su ego ni agradar a nadie.
Gente que se desvive por ayudarte, que sienten de verdad y que atropellan la vida con sus miradas.
¿Qué sería del mundo sin esas personas?

Un verdadero héroe es el que cuelga la capa al entrar en tu vida y, en silencio, te abraza.
Y de esos quedan pocos.
Bonita esa gente que sigue sintiendo a pesar de las causas pérdidas.

Ya sabéis,
quiero pensar que fuera de aquí somos felices y gozamos todos mucho.
Además
tal vez no lo sabes pero
La mayor parte de todo ese sufrimiento mental deriva de que 
nunca se es insustituible para nadie.













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My madness keeps me sane.