Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 31 de enero de 2015

Les 2 Moulins.




NEXT STOP.

Mi ángel de la guarda. 







Día 8:
he conocido a alguien, 
Soy yo.
Voy a darme una oportunidad.







miércoles, 28 de enero de 2015

Morir no es tan fácil como parece.

Es como un chispazo en el cerebro. Una conexión neuronal que en cualquier minuto del día hace que empieces a llorar delante de cualquier espejo.
Y te miras y has dejado de reconocerte. No sabes donde estás.

Y no, a veces no se encuentra consuelo en nada.
El dolor, la confusión y la impotencia se hacen tan inabarcables que en verdad crees que estás como ausente porque ninguna palabra del mundo exterior te toca.
Como una bruma que te nubla y no te deja ver absolutamente nada. Como una venda, y tú vas vagando por la Tierra en busca de algo que te alivie. Y piensas en todas las drogas del mundo pero te das cuenta de que todas las drogas del mundo no cambiarán la realidad de que tu vida es un sueño y estás empezando a despertar.

Y despertar duele.
Como si te estuvieran desatando de algún mástil y empezaran a dejarte caer al vacío. A un vacío oscuro e inabarcable en el que no ves ni siquiera el fondo y en el que ni sabes cuánto vas a hundirte.
Y sólo rezas por aguantar toda esa travesía mientras tratas de nadar hacia afuera, sin más respuestas.

Y cuando parece que las cosas no pueden ir peor, te encuentras en una habitación completamente sola.
Sola, aislada de todo lo malo que está sucediendo a tu alrededor y que te afecta. 
Y te vienen a la cabeza miles de cosas como; qué has hecho para merecer todo lo que está pasando, si tal vez ha sido culpa tuya, si en realidad es mejor olvidarse de todo y empezar de nuevo... 
Y a todo esto, yo me pregunto ¿donde estoy?
Me necesito.

No sé, definitivamente lo dejo. Lo dejo todo.

No quiero saber nada del mundo ni de nadie.
Tiro la toalla, ya no aguanto más.
Estoy cansada de tantas mentiras.
Quizás estaba equivocada. Quizás no eras como yo creía que eras. Quizá ni siquiera yo podía verme de verdad. Quizás me hiciste creer algo que no era... 

La cuestión es que al final todos nos alejamos, 
doblamos una esquina, somos olvidados con demasiada facilidad.

No sé,
Me gustabas más cuando no dolías.



Tú cuando tienes que mentirle al miedo... ¿Qué le dices?




.










martes, 27 de enero de 2015

viernes, 9 de enero de 2015

.



[...]



Hay cosas que uno no puede hacer solo.

Discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez... o doblar una sábana de esas de cama de matrimonio.

Yo toda mi vida he pensado.. que lo ideal era vivir en pareja. Por muy extraña que fuera la pareja.

De ehho hay parejas que acaban convirtiéndose en tríos. Parejas que se van quedando sin pareja... porque no se puede evitar el miedo de no estar a la altura.

Hay parejas que son imposibles por definición.

Por historia y por física. Aunque no por química.
O parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia.
Familias donde, en algún momento, hubo una pareja.

Parejas que fueron en algún momento,

y ya no son nada.

Y eso es lo que más miedo da en la vida. Cuando la pareja se rompe.

Sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene... es de pánico.
Un miedo atroz al cambio, a la pérdida de control sobre nuestras vidas,
un miedo atroz a estar solo.

Pero cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevarnos a un lugar mejor.


Hoy es el primer día del resto de mi vida.

Porque desde hoy, creo que lo más importante en esta vida,
es saber volar solo.

[...]







domingo, 4 de enero de 2015

Esas cosas tan horrorosas.

Srta Tú



-Pésima dibujante.  
 -Amante del olor a jazmín.
-Esa que no puede / ni quiere decir que NO a ninguna escapada.
-Artista de su propia vida.
 -Loca mental incombustible. Cordura cero. Que se cuestiona todos los mínimos de la existencia.
-Profesa del amor. 
-Diseñadora de sus propios tatuajes.
-Amiga incondicional.
-Creyente del olvido.
-Tiende a soñar despierta más que dormida.
-Adicta al chocolate -en todas sus variantes-  
   -Aficionada a la poesía.
Récord Guiness de paseos por Granada.   
-Cabezota y orgullosa como la que más.
-Proto-enfermera con la sonrisa tonta en la cara.





Y de repente, así como si nada, me fui a dormir con ganas de escribir.
 Soñé que volvía a antiguos sitios, que las palabras fluían...

 ...que revivía. 





sábado, 3 de enero de 2015

Bienvenidos seáis.





No ha sido un buen año, -sin más- es difícil de explicar. Nadie en su sano juicio podría hacerme un resumen categórico con sus argumentos y todo de porqué no debería decirlo.
Que conste, tengo esperanza. 
Aún siendo una fábrica de mocos y con un trancazo de nivel diez, quiero creer que las cosas van a mejorar. Como he mejorado yo. 

Las palabras en una carta son la mejor forma de comenzar todo de nuevo. Y quiero que me escribas. He dejado de darle tanta importancia a simplezas y he empezado a vislumbrar el camino de vida que se bifurca ante mis ojos. 
Hay que elegir, así como siempre, inconsciente todo.
¿Y lo consciente qué? He tenido largos momentos de reflexión personal. Muchos.
Aún no sé si habré acertado.

He cambiado, he aprendido mucho, he sufrido más. Todo a base de palos. Es decir, quizá sea así como se aprenda mejor, aunque duela.

Me han hecho mucho daño, me he vuelto más fría con el mundo.

He conocido a gente maravillosa que me ha hecho sentirme plena y dos segundos después derruida. He dejado a muchos atrás y han venido algunos a sacarme sonrisas. Está claro que han sido menos. Me he dado cuenta de que la gente que no te merece se va, aunque tarde. He aprendido a reconocer a alguien que te abraza de verdad. Y no puedo negarlo, ahí están mis amigos de siempre, intocables, inquebrantables, quienes llenan de alegría todo lo que tocan y descorchan el año con sus risas y sus abrazos. Brindo por un deseo cumplido para cada uno de ellos.

Entre vivencias, he tenido grandes disputas con mucha gente y no he sabido reaccionar bien ante muchas. He aceptado muchos reproches. La he cagado en muchas ocasiones terriblemente. He discutido muchas veces con mi pareja. Alguna vez he necesitado estar sola muchos días. He madurado, aunque suene tópico. He comprendido lo que vale la vida. Lo que vale el querer, lo que vale el que te quieran por lo que eres y no por lo que quieren que seas.

Me he hundido en lo más profundo de mi. Me han hundido más aún.

También he reído. Mucho. He llorado más. He sentido la desesperación que da que alguien trate de olvidarte. He pasado muchas noches sola, he discutido mucho con mi madre. He descubierto canciones nuevas, destinos nuevos e ilusiones nuevas. He descubierto muchas estrellas en el cielo.

He aprendido a -mal- gestionar mis emociones, a captar mis sensaciones, he crecido como persona, como amiga y como desastre. He olvidado llaves, dinero, fotos e incluso ropa en cualquier sitio. Me he reído después.

Me han cambiado la vida. He luchado contra mis fantasmas y me han vencido más de una vez. Me he prohibido comer chocolate más de una vez. He puesto muchas inyecciones. Me he hecho amiga de una enfermera loca. He empezado a estudiar alemán. Me he dado cuenta de que soy una persona inaguantable. He aprendido Mindfullness. Me han podido siempre las ganas de cambiar el mundo. He logrado aceptar algunas facetas de mi personalidad. Me he cortado el pelo.

Ya no soy la niñata egocéntrica de siempre,
creo que

ahora soy mucho peor.

Mis mejores deseos para todxs.




viernes, 2 de enero de 2015

Un adiós no es una despedida.. por mucho que tú digas, si laten dos corazones.

[Antes de empezar,
para disfrutar despacio;
Hoveerphonic - Gravity 
https://www.youtube.com/watch?v=1r_Ml5yKa9I ]


Tu boca entrelazada con mis labios me pedía y me pedía
 que le diera siempre más.

Desde que te vi,
no sé, podría decir algo como que
-sin dudarlo demasiado-
la vida se me ha ido
de las manos
de la boca,
como cuando te acercas suave
-y peligrosamente-
y tus manos me aprietan contra tu pecho.
Y tu pecho me toca
y mis pupilas se dilatan
y el color de mis ojos
ya puede ser el que quieras.
Podría ser verde
o turquesa
o cian,
tú lléname de rojo
sobre el suelo, pasión.
Agárrame,
control-ame usted,
ámame.


Entonces te recuerdo y

se me pasa por la cabeza
regalarte una canción de amor -sin más-
pero de esas
que no te dan ganas de llorar.


Y le imploré
a la vorágine de tus dedos
           que nunca nunca se cansaran
de mi piel
           de tu piel junto a la mía
de tu sonrisa
           de mi sonrisa junto a la tuya.

Y hoy por si acaso

como siempre,
todavía
no me he dado por vencida
no me importa nada más.


Y de repente,

así como si nada,
tu lengua me toca
tus suspiros me nublan.
Ay dios,
qué palabras no habrán salido de mi lengua
mientras me la metes tú.



No me besas

              ¿porqué no me besas?
                    ¿Quién controla a quién?
                              sin destino ni camino.

Eres el principio y el fin.

Recórreme,
piérdeme.
Tócame
sin prisa, sin pausa
sin tiempo.


Todos tenemos diferentes formas
de decir(te) hasta luego.


Neruda tenía razón;
Yo cambio la primavera
porque tú me sigas mirando.






Mi foto
My madness keeps me sane.