Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 24 de octubre de 2015

Dispara, yo ya estoy muerta.








Alguien que no tenga miedo a decir la verdad,

alguien que se arriesgue a perderme antes que a mentirme.







Qué bonitos 22.

A veces imagino que llueve porque el cielo ya no aguanta más las ganas de llorar al ver en que se ha convertido esta mierda de mundo.
Plasmar en un papel lo podrido que está el mundo para mi. 
Y la vida.
Y todo lo que algún día significó algo de verdad en mi pecho.
No sé.

Para cuando tú aprendas a andar yo estaré volando lejos de aquí. Lejos de ti. 
Lejos del cielo y del mar.
Ay 
dios, 
joder
cuánto echo de menos el mar.

Aún necesito una noche a solas sentada frente al mar. Sola. 
Irremediablemente sola.

Como cuando acaba la música y se cierra el telón. Cuando ya nadie aplaude, cuando ya nadie finge, ni mira ni ríe ni llora.

Qué bien, ese momento álgido de la noche en que te pones una canción y empiezas a hacerte añicos como a cámara lenta.

A veces imagino que llueve porque el cielo ya no aguanta más mis ganas de desaparecer del mundo de una jodida vez.
Y quién sabe.
A veces es cuestión de mantenerse a flote aún estando hundido. No sé, por absurdo que parezca a veces me da miedo ser tan valiente.

Lo peor de la vida llega cuando las personas se van. Ya veis, somos capaces de entender el significado de infinito y, sin embargo, incapaces de comprender porqué las cosas buenas a veces se tienen que acabar.

Lo prometo, una pesadilla más y desaparezco.

Al final siempre es lo mismo,
lo malo de llorar por dentro es que acabas llena de charcos que no se secan jamás.








viernes, 23 de octubre de 2015

Hold On Pain Ends.



Lo más difícil de narrar siempre es el presente. Su espontaneidad no admite proyecciones, fantasías, desenfoques. No sé si son ciertas mis manos bajo la lluvia, o tus ojos, aquí. Llorabas. Llovía. Quién deja a quién si todos andamos diferidos de nosotros mismos, dejando atrás lo que no entendemos. Asusta pensar hasta que punto somos prescindibles. Sé que no podré olvidar cuanto vi en tus ojos; dulzura, desarraigo, esperanza. Puede que fuera yo quien lloraba, 
puede que fuera en mí donde llovía. 











lunes, 19 de octubre de 2015

Te hablaría de amor, pero te llevaste el que me hiciste sentir.



''No tengo ni puta idea de números. Pero he estado haciendo cuentas 
y creo que esta noche es el doble si te quedas.''






domingo, 18 de octubre de 2015

No me duele cualquiera.


Creces.
a base de golpes, sí.
Vas madurando poco a poco, te mueres todos los días más. Follas, dejas que la lluvia te empape, cuidas a tus pacientes e ignoras completamente tu salud.

Mientras tanto todo te roza y tú sigues anclada en el mismo punto mental de siempre, sin más.
Cuántas veces hay que sufrir lo mismo para poder dejarlo ir. Quisiera saber.

Parece que la gente que tiene piel necesita que la toquen, que le den cariño cada tanto, y nada, a mí nadie me hace o hizo cariño, excepto tú, y prefiero estar muerta (no estar, porque no creo que uno se muera, sólo deja de estar)
que depender tanto de ti.

Creces,
a base de años.

He cumplido 22 años.
Me di cuenta ayer.

Y no nace en mi ningún resquicio de felicidad por ello en este instante. 
Una pena.

Qué decir, me sobra mundo por todos los lados.











Buenos días los que yo te daría.


Qué bonito correrme con sus palabras.



domingo, 11 de octubre de 2015

Tanta gente ahí fuera, y coincidir aquel día.



Caminé anoche durante horas. Era como si quisiera perderme en una calle nueva. Perderme absoluta e irremediablemente. Pero hay momentos en los que no podemos, no sabemos, no somos capaces de perdernos. Aunque tomemos siempre las direcciones equivocadas. Aunque perdamos todos los puntos de referencia. Aunque se haga tarde y sintamos el peso del amanecer mientras avanzamos.
Hay temporadas en que por más que lo intentemos descubrimos que no sabemos, que no podemos perdernos.
Y tal vez añoramos el tiempo en que podíamos perdernos.
El tiempo en que todas las calles eran nuevas.












jueves, 8 de octubre de 2015




Soy una mezcla rara entre un carácter de mierda
y una dulzura terrible.











Siento que este invierno se acaba.


Creo que siempre existe alguien que llega y rompe todas las ideas que tenías en la cabeza. Creo que es difícil hasta el momento en el que ese alguien aparece detrás tuya y te rodea con sus brazos. 
Y no te suelta.
Creo que en algún momento puedes creer que todo va mal y, así porque sí, sin que siquiera lo merezcas, llega y lo llena todo de luz. 
Y te hace reír y saltar y 
te hace ver la vida de una manera que tú nunca atisbabas ver.

También creo que si cierras los ojos y susurras su nombre
te invade esa extraña sensación de armonía y felicidad -tan oxidada-

Lo mejor de todo es que 
sólo tienes que mirar al espejo para encontrarla.
Lo peor
no siempre te vas a llevar bien con ella.








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My madness keeps me sane.