Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


jueves, 12 de noviembre de 2015

Inolvidable me gusta más que eterno.



Dime tú que no es amor cuando ya nos hemos despedido más de cuarenta veces 


y todavía no nos parecen suficientes.




Soñé contigo. Soñé que te miraba. Soñé que en un rincón de mala muerte te decía ''me he enamorado de ti''. De noche, porque siempre hemos preferido la noche. Y lloraba, lágrimas que brotaban de miedo al no poder controlar mis palabras. Y tú mirándome. Ahí estabas delante mía con ese sentimiento inadaptado. ¿Dónde colocarlo? ¿Donde dejarlo? ¿En qué esquina tirarlo?

Y entonces sonaba esa música de piano que tanto me gusta. Y me abrazabas, pero en el fondo sabía que estabas desapareciendo. ¿Cuál es el punto exacto en el que hay que dejar ir? 

Allí en aquel rincón me congelé de frío y me quedé sola. Soledad que embriaga la noche y una sonrisa que se acababa de esfumar. 

Y lo sé.

Tú no me vas a salvar de nada
pero
no quiero que me salves
húndeme
vamos
ahógame

dame esa puerta al infinito.



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My madness keeps me sane.