Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 2 de diciembre de 2017

La vida es infinita.



Hace mucho tiempo que no escribía y es que hace mucho tiempo que no encontraba paz.
Divagaba por lugares y lugares... pero no existía un ápice de anhelo, un insignificante deseo por el trascender.

A veces abro los ojos y trato de descifrar porqué me hago tantas preguntas.
No vengo a lamentarme, todos a veces nos sentimos muy solos. Sólo quería dejar impreso que la vida no deja de ser una cosa preciosa.
Creo que necesitamos dejar de tener miedo, estar menos asustados.


Estoy segura de que existe alguna persona en la faz de la Tierra que es capaz de sentir lo mismo que  siento yo.

Es la posibilidad de conectar con otro ser humano lo que nos mantiene vivos.

Aunque sea ínfima o incluso imaginada o directamente imposible.
Sólo eso.
Creo que cuando acaricias esa posibilidad también alumbras la esperanza de poder salir de esta peculiar cárcel de mierda que eres tu mismo.
Nadie debería pasar demasiado tiempo a solas consigo mismo.
De verdad.

De modo que somos una infinidad de diminutos seres humanos chocando furiosamente entre sí en pos de esa feliz y necesaria conexión.


Somos una infinidad de diminutos seres humanos que hacen lo que pueden por seguir existiendo en otro.

Aunque puede que ese otro ni siquiera sepa encontrarnos.

Hace mucho tiempo que no escribía y es que hace mucho tiempo que me apetece desaparecer.

Marcharme a otro lugar,

conocer otros mundos,

crear nuevas vidas.


Resultado de imagen de la mitad de su belleza era su extraña manera de pensar











No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.