Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 6 de noviembre de 2010

Se caerán los ladrillos

¡Venga rápido! ¡Ayúdame! ¿Qué haces ahí mirando como un pasmarote? Puedes soltar la mochila y lo que lleves encima ¡Y no es una pregunta! Esto es por tu culpa. Sencilla y únicamente por ti, así que... ¡¿Que haces?! ¡Date prisa! Voy a necesitar que utilices las dos manos... pero... ¿Que demonios haces? ¡Vamos! Allí están los ladrillos, y aquí está esta mezcla rara que he hecho para pegarlos y que no se vuelvan a caer. En realidad no estoy muy segura de qué he metido en la maquina para que la cree, únicamente puedo asegurarte que me he gastado una fortuna en pegamento y plastilina. ¿Crees que servirá? Sinceramente espero que lo haga, porque he invertido bastante tiempo en conseguir los nueve botes de super-glue extra fuerte y no sabía cual color comprar hasta que me dí cuenta de la poca importancia que tenía eso... ¡Vamos! ¡Venga! ¡Rápido! ¡Que se cae! Coge los ladrillos de dos en dos... ¡Y ni se te ocurra romper ninguno, que no he traído más! He hecho las cuentas aproximadas y creo que con tres millones podría bastar, pero probablemente necesitaremos más. ¡No me mires así! Mira lo que provocas. Sí. Únicamente tú. Tu y esa manera de sonreírme.
Deja de sonreír, que el mundo se está cayendo a tus pies.
¡Para! ¡¿Quieres dejar de reírte así?! Que se cae, que se cae... ¡Por la derecha! ¡Los ladrillos que pegué antes! ¡No! ¡No! ¡Para! ¡Para! ¡Que se caen...!
... oh...
mierda

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My madness keeps me sane.