Y me aprisionó. Me rodeo con sus brazos mirándome a los ojos y me susurró exactamente las palabras que necesitaba oír. Sólo nosotros dos en aquel diminuto espacio. Esos ojos claros que se clavaban mirando mis lagrimas. Y yo que no podía parar de llorar tampoco podía mirarte. 'No te mereces esto'. Quise arrebatarte todas tus sonrisas. Esa vida que desprendes. Y ahí te has quedado, espinas que se encierran en algún rincón más de todos esos que guardo.'Yo aquí que casi llega el verano esperando que vengas para que me recuerdes ese invierno.' Secretos. Este sentimiento. Tanto problema junto y tan poca pasión.
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