Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 13 de abril de 2014

Si me miro en el espejo no sé quién está ahí dentro.

Quiéreme despacio
como si estuviese todo acabado. 

Estoy temblando de pensar que han venido mil fantasmas. Tiemblo. Hace tiempo que tiemblo y el silencio no me habla; hace tanto tiempo que pensé en rescatar mi vida que se me ha olvidado donde dejé las cuerdas para trepar hasta ella. 
Me prometí que viviría mi vida igual que me prometí no creer en la magia. Igual que dije que no quería juramentos ni pensar en el futuro. Igual que no quiero adentrarme en tu mente, ni en guerras pasadas, ni en llanto ni en lucha ni en destrozos o daños. Igual que me prometí no creer en amores de una vida ni en ilusiones ni en el aire de abril. Corazones, que de tanto querer se han dado de sí, y ahora... 
ahora no hay quien los llene. 

¿Cuantas veces vas a cometer el mismo error para darte cuenta de lo que haces nunca va a funcionar?
Me pregunto. Así se lo digo al aire y me lo grito fuerte fuerte. Siempre fue mucho más fácil esperar historias. Las historias más tristes las leí en algunos ojos. Conmigo enfrente. 

Estar vivo implica sentirte a veces terriblemente solo. 









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.