Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 20 de diciembre de 2014

La vida no concede tantos tratos.

Me callo.

Me callo porque la palabra 'egoísta' resuena en mi cabeza y empieza a quebrarme las ideas (todas, una detrás de otra). Y sé que soy inaguantable, pero algo de humildad siempre he tenido.

Me jode.

Me jode porque me haces reír de mala manera, porque siento rabia. Porque se me encharca un poco más el corazón.
Me callo porque ahora mismo estoy llorando. Y no queda más que callarme, por respeto propio.

Porque no quiero herirte. Y fíjate que para mentiras siempre estoy yo delante. No me quema. Me quemo yo, poco a poco. No eres tú, soy yo, que estoy harta de aguantar tu comprensión con doble filo.

Me gustaría no tener que callarme. Al final va a ser cierto eso de que tienes que protegerte de todo el mundo, construir muros, liarte con tres y olvidar a cuatro, dejarte de lazos que opriman y salir con alguien que de verdad sepa bailar.

No sé, me callo.

Me jode porque pensé que tardaría en volver a escribir en esta puta mierda de rincón y aquí estoy, con mis músicas y mi soledad.

Y no vengas, que quiero estar sola. No vengas que parece que el amor no siempre calma.
Suena terriblemente triste. Y qué mal que es verdad.
Me callo porque no entiendes lo que hablas. Porque no vale sólo con el querer.

La vida se me ha ido de las manos.

Y no sé, yo mejor me callo. Mejor el silencio.






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My madness keeps me sane.