Sólo sabían amarse como niños.
Y uno de los dos tuvo que crecer.
Mi vida es una habitación desordenada.
Con los trapos por el suelo,
con mi alma en los rincones.
Tengo una cortina rota
que no me deja acariciar la lluvia.
Y ha dejado de llover
Porqué ha dejado de llover.
Por eso me fui.
Porque dejó de llover.
Me fui para estar sola.
Dónde estabas cuando te llamaba.
Como en hojas sueltas que he quemado mil veces
sobre una chimenea acordándome de ti
de lo que te quise
de lo mucho que lo hice.
Y así estoy yo
que me cautivan con libros.
Me pregunto porqué a nadie le gusta pasear cuando llueve
si es lo mejor que existe en el mundo entero.
Hay sensaciones que ordenan tu vida;
serenidad y paz,
por contra llegas tú y
se acabó.
Que alguien me diga qué coño hacer con tanta melancolía.
Que se lleven la puta melancolía.
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