Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


lunes, 14 de septiembre de 2015

Raquel





Y -bueno- podría decir que; 
después de mucho sufrir siempre llega alguien que es un poco paz, calma y cielo. 
Y gracias a Dios o al universo que siempre encuentras gente nueva en el camino. 

No sé, pienso que cuando una persona es capaz de transmitirte tanto con su voz ha de significar algo, no sé muy bien qué. 
Tranquilidad en la vida y un amor loco, eso eres tú.

A día de hoy me doy cuenta de que todo lo vivido no podría almacenarlo en ningún sitio, salvo en mi cabeza.
Lo sé, para qué más. 
Mi obsesión por el orden mental. 
Y eso es bueno, supongo, no siempre hemos de acordarnos de todo. 
Los recuerdos se difuminan, las heridas sanan y el pasado va quedando cada vez más atrás.
Los lastres aún están presentes y espero desaparezcan pronto, -poco a poco-. En el fondo creo que el problema está en llamarlo fracaso cuando sólo ha sido otro intento.
Y así con todo.
Mucho me temo que donde mejor se vive es en tu propia versión de los hechos.

No sé, a querer nadie te enseña. Y mejor. Porque como te enseñen bien, estás jodido. 
En la vida hay que fracasar, romperse hasta que el ego y el orgullo se descompongan. Convertirse en otro. Luego ya, como ruina, volver a intentarlo.
No sé, nunca he entendido ese temor a no encajar. Sólo significa que no estamos hechos del mismo molde que la mayoría.

Y eso es increíblemente hermoso.







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My madness keeps me sane.