Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 29 de enero de 2017

Algo que merezca la pena quemar.





He rescatado unas letras de hace unos cuántos meses y creo fervientemente que hay sentimientos capaces de preceder tiempo y distancia;

(...) 
Cuando era más joven, me enamoraba absolutamente de todo. Cualquier recuerdo, cualquier mínimo detalle, cualquier evocación del mundo que se prestara a hacerme sonreír. Pero es ahora cuando empiezo a querer de verdad. Querer a otro, en cierto modo, siempre debería ser un acto de rebelión.

Y, digamos, todos pasamos la época de revelarnos contra el mundo.

Supongo que no podemos estar siempre a merced de esa brisa de hedonismo; esa ardiente necesidad de todo. 
O bueno, quizá sí. De verdad, haced lo que os de la gana.

Yo sólo creo que nos pasamos media vida vagando sin rumbo y la otra fingiendo que lo hacemos con determinación. 

Ahora siento que todo es vacuo, insustancial, trivial, carente de relevancia e interés, incluida esta puta mierda que estoy escribiendo.

Yo qué sé, he venido aquí porque no quería estar en ninguna parte.






Resultado de imagen de can you understand how meaningless is

Solía irme sola, andando y desolada por las calles para que algo en el aire tratara de calmarme. 
Y no. Al final nada te calma. Quizá no haya nada más triste. 
Porque hasta nunca es hasta nunca pero adiós es.... ¿hasta qué?


"Ella tenía más de lo que podía soñar y creo que eso era lo malo: para amar a alguien ese alguien debe tener lo justo. Un poco menos es insuficiente. Un poco más lo echa todo a perder."







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.