Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


lunes, 19 de octubre de 2020

26 cosas que he aprendido antes de los 27.


1.    Que la vida no viene con manual de instrucciones, 

pero te regala unos padres. 

Agradece siempre a tus padres. No te olvides nunca de tu familia, por muy autosuficiente que te creas. Nunca dejes de sentir gratitud por la gente que te ha hecho ser cómo eres y llegar a donde estás. Agradece todos sus valores, sus detalles, el amor incondicional que te brindan. 


2. Que para ser vieja y sabia primero hay que ser joven y estúpida.

Todo es ir probando. Permítete equivocarte. Busca tu camino, indaga las opciones viables. Estudia lo que te guste, trabaja en lo que te apasione, nunca desistas buscando lo que te llena el corazón. Trata de encontrar tu camino, prueba, inténtalo de nuevo, insiste mañana, no vas a encontrar tu lugar sin equivocarte al menos mil veces. 


3. Que si es importante encontrarás tiempo, 

sino, encontrarás una excusa. 

Tus prioridades cambiarán. Te alejarás de muchas personas, abandonarás a muchos amigos. Pero nunca dejes de dedicarle tiempo y esfuerzo a esas cosas y personas que verdaderamente merecen la pena. Prioriza lo importante.


4. Que el destino decide quien entra en tu vida, 

pero tú decides quien se queda.

Busca tu felicidad por encima de todas las cosas y personas del mundo. No te reprimas ni dejes que te pisoteen. Piensa en ti y nunca te dejes atrapar por la mecánica de la sociedad. Vive a tu manera, ten tu propia forma de pensar. Destierra todo lo tóxico de tu vida, no lo dejes más entrar. 


5. Que la sangre te hace pariente, 

pero la lealtad te hace familia.

Esa amiga de la infancia que podría ser tu hermana. Cuida de la gente que te rodea. El significado de respeto y lealtad ha ido deformándose para mí a lo largo de los años. Ama. Sé leal con las personas que lo merecen, crea vínculos de cariño y amor. La confianza se tiene o no se tiene, no existen niveles intermedios. 


6. Que debemos aprender a pedir perdón, 

y nunca es tarde para ello.

Pedir perdón no es tan difícil como parece. Es importante aprender a aceptar que podemos equivocarnos (punto flaco personal ahí). En el hospital nos enseñaron a aceptar que podíamos equivocarnos. Hubo un médico que se equivocaba y siempre aceptó la culpa. El mundo iría mejor si aceptáramos que nos equivocamos, que hemos errado, que lo aceptamos y asumimos nuestro error.


7. Que no se debe prometer, tomar decisiones importantes o discutir cuando se está eufórico, cabreado o triste. 

Date espacio, tómate tu tiempo. No digas, hagas ni decidas controlado por las emociones. Trata de mantener la compostura. Piensa con claridad, reflexiona. No te dejes atrapar por la telaraña de la ira o el rencor. 


8. Que si esperas por las condiciones perfectas para hacer algo, 

al final nunca vas a hacer nada. 

Si no consigues ser feliz donde estás, no vas a conseguirlo en ningún lado. Valora lo que tienes. Agradece lo que te regala la vida. Sé entusiasta con el mundo que te rodea. Esfuérzate por cambiar tu visión de la realidad. Somos unos grandes afortunados. 


9. Que el dolor es inevitable, 

pero el sufrimiento es opcional.

Típica frase de todos los libros de autoayuda. Pero es real. Personalmente creo que cuando sufres por algo que no ha pasado te estás obligando a vivirlo dos veces. Acepta el dolor, no eternices el sufrimiento.


10. Que lo que vas criticando por ahí sobre otros, 

dice más de ti que de los otros. 

La felicidad tiene muchas acepciones. No hay que juzgar a nadie sin conocer su historia. La humidad como valor que prima entre todos los seres humanos. Deberíamos aprender a aceptar la diferencia de opiniones, razones, preguntas y formas de vivir. Dicen que en una historia siempre hay tres versiones; la tuya, la mía, y la real. Nadie posee la verdad universal, todo es subjetivo.


11. Que cuando alguien te quiere se nota. 

Y cuando no, se nota más.

Como bien dicen, las palabras se las lleva el viento. Deja las palabras correr. Nadie que merezca la pena se entretiene en regalarte el oído. Eres lo que haces, lo que piensas, cómo te comportas y cómo tratas a la gente. Eso eres, no lo que dices que eres. Confía en tu intuición.


12. Que es mejor que te hieran con la verdad a que te consuelen con la mentira. 

No pasa nada por romperse en pedazos. No eres tan fuerte como te crees, déjate ayudar. Pide ayuda, presta toda tu atención. No te dejes dominar por el dolor. Todo pasa, incluso ese dolor. Nada dura eternamente. 


13. Que es mejor estar solo que mal acompañado.

Quiérete. Aprende a perdonarte. No te dejes controlar por ideas tóxicas. Valórate mucho. Date espacio para crecer.


14. Que hay que poner punto final a algunos capítulos de nuestra vida para escribir nuevas y mejores historias.

Nadie escoge de quién enamorarse. El corazón es así. Vive, siente, entiende, disfruta, ríe. Pero sobre todo, aprende a soltar. Deja de aferrarte. No te culpes nunca. Deja las cosas fluir. Reescribe tu historia. Deja el pasado atrás. 


15. Que no pasa nada por no caerle bien a todo el mundo; 

 porque no todo el mundo importa.

Habla en positivo. Escoge bien tus amistades. Rodéate de gente que te haga sentir más. Más sana, más guapa, más real. Nunca vas a poder contentar a todo el mundo, no te obsesiones con ello. No necesitas la aceptación social. Crea un espacio sano en tu cabeza, vas a vivir ahí durante mucho tiempo. 


16. Que el sentido común no es tan común como parece.

Estar loco es más rentable de lo que parece. No es obligatorio ser tan racional. Hay que dejarse llevar y observar la realidad con ojos de crío. No crezcáis tan rápido, dejad un poco de ilusión dentro de vosotros. Vivid despacio, disfrutad más.


17. Que a veces lo más inteligente es hacerse el tonto.

Elije bien tus batallas. No siempre es necesario llevar razón. Reflexiona acerca de la realidad, trata de debatir sin censurar a otros. No permitas que te pisoteen, pero no te enzarces en bucles infinitos, tu tiempo es más importante.


18. Que la vida no está pensada para ser vivida en un solo lugar.

Viaja. Ábrete al mundo, empápate de otra gente, de otras culturas, de otros mundos. Nunca dejes de crecer como persona. Visita nuevos sitios, hazte fotos en todos lados, amplia horizontes, enseña lo que sabes y descubre todo lo que esté en tu mano. Nunca dejes de descubrir.


19. Y por lo tanto, 

que viajar cuesta dinero, 

pero te hace más rico.

Huye lo más lejos que puedas al menos una vez. Echa de menos tu casa, tu vida, tu rutina. Explora nuevas opciones. Ten miedo, enfréntate a tus propios demonios. Indaga en ti mismo. Cuando sales al mundo te das cuenta de que sólo somos pequeñas luces dentro de la eternidad. Abre tu mente.


20. Que la amabilidad es una llave que abre puertas en todo el mundo.

No seas arrogante, trata bien a los demás. Descubre cosas nuevas sin juzgar lo que te rodea. Aprende de la vida. Aprende de las personas, de los momentos, de la gente que te falla, del desamor, del amor y su éxtasis. Sé amable con el mundo.


21. Que si hablas, sólo repites lo que ya sabes. 

Pero si escuchas, puedes aprender algo nuevo.

Déjate enseñar. Aprende de los demás. No te obceques en tus propias ideas una y otra vez. Escuchar más que hablar. Trata de entender a los demás, ten la mente abierta. Hay un mundo ahí afuera repleto de cosas que ni siquiera sabes que existen. 


22. Que la vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes.

Ten presente que estamos aquí un rato, que incluso mañana podríamos desaparecer. Valora tu tiempo aquí, descubre y crea cosas increíbles. Construye una vida de la que te sientas orgulloso.


23. Que las mejores cosas de la vida no son cosas.

Que el tiempo es oro. Y es el mejor regalo que alguien te puede dar.  Hay que admirar los pequeños detalles que nos ofrece la existencia. Despertarse con la persona amada, un café en la terraza mientas llueve, una sonrisa de tu profesor antes de graduarte, un último abrazo antes de una despedida. Hay que desterrar la idea global de disfrute colectivo. Cada uno tiene sus pequeñas aficiones y sus pequeñas maravillas. Disfrutar de cada una es realizarse en un ámbito más personal.


24. Que nunca es tarde para reinventarse.

Nunca, jamás. Coge tu vida y tírala a la basura. Crea nuevos finales, vuelve atrás si lo necesitas. Ten autocrítica, aprende de ti mismo. Conviértete en cenizas y renace una y otra vez. Reescribe tu historia las veces que quieras. He estado al lado de gente muriéndose que sólo se ha arrepentido de las cosas que no han hecho. Inténtalo, reinvéntate.


25. Que nadie va a apreciarte por tu cargo en la tarjeta, sino por tu manera de ser.

Sé buena persona. Llena tu corazón de cosas positivas, ayuda a los demás. No te dejes arrollar por las corrientes de la sociedad. Conviértete en alguien con quien estar, confía en los demás, haz gestos amables, ofrece tu mano a quien lo necesite. Que cuando alguien diga tu nombre sólo pueda salir una sonrisa de ese pensamiento. 


26. Que todo tiene solución, 

menos la muerte.

La frase que te susurraba tu abuela acariciándote la cabeza cuando llorabas por cualquier bobada. Sé consciente del poder de tu propia salud. Cuídala. (Sí, no seré yo el mejor ejemplo de todos.) Vas a vivir toda la vida dentro de ese cuerpo, conviértelo en una máquina que funcione a la perfección, que te ayude a alcanzar tus metas. No te preocupes demasiado por todo lo demás. 








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My madness keeps me sane.