Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


viernes, 16 de diciembre de 2011

Anocheceré

A veces no es fácil huir. Ahí te quedas, inmóvil, con los ojos vendados. Tuve sueños de los míos. Apenas dormí pero apareciste tú de nuevo. Hacía tiempo que no me visitabas. Y yo me pregunto... ¿A qué vienes? Si pretendes perturbarme de nuevo no es necesario que te cueles en mis sueños. Lo haces sin necesidad alguna de divagar en mi mente. Te observé mientras dormías durante mucho tiempo, notando como tu respiración, tan relajada como de costumbre, era interrumpida por algunos de mis delirios. Quise abrazarte pero por fuerza o por inercia tu cuerpo huía de mi. Me regañaste mucho y aquello hizo que en mis manos aparecieran grietas. Aún sabiendo que el frío cala mis huesos dudo que tenga algo que ver con el viento que se estampa en mi cara. Son sólo palabras. Son sólo efímeros malos momentos. Quería derrochar contigo algunos besos, pero pareció que tú no buscabas nada más. Se siente diferente eso de quererte tanto, y oírte soñar. Sólo quería que me abrazaras, y cuando lo hiciste, mis mejillas ya se notaban algo húmedas.
No te preocupes,
anocheceré. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.