Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


martes, 3 de enero de 2012

Hay cambios que sólo irán a peor

Se me olvidó felicitarle el año a todo el que vi. Vaya momento que elijo yo para escribir la primera entrada de un enero de un nuevo año. Un día de esos que te cargan los hombros. Quizá sea mejor no empezar. Quizá hubo un momento en el que debí dejar de hacerlo y parar. Da lo mismo, son unas simples líneas. Me gusta el piano porque suena suave como la brisa que aparta tus cabellos en verano. Me gustan las cosas tristes porque me hacen recordar que también una puede volver a verse otra vez así. Que mal eso de verse tan así. Hay canciones que se te clavan en el alma. Y piensas, y resulta que llegó la hora de madurar. Es tan difícil eso de dejar zarpar los barcos que parecían tan cercanos que ni siquiera puedes entrever porqué la luz se nubla. Son tonterías. Ojalá lo fueran. Ojalá de verdad fueran sólo sueños que nunca sucedieron. Qué duro es eso de despertar, pese a saberlo antes de hacer nada. Se me olvidó decir feliz 2012 a todas las personas de mi alrededor. Quizá si que hubo un 'feliz año nuevo' o un 'feliz 2015', pero nada me impulsó a colocar este año en mi boca. ¿Porqué hay que meterse en tiempos tan áridos? ¿Porqué hay que avanzar cuando todo está bien? ¿Quién supo que estos enigmas adornarían mis noches y porqué no me lo advirtió?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.