Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


jueves, 12 de enero de 2012

Qué maravillosos sueños, y qué crudo el despertar.

Me pregunto si por las noches te acuerdas de mi como tú te cruzas en mi mente. Hace mucho que no te veo y a ratos te echo de menos. Es posible que sólo sean patrañas de una triste malcriada, pero esas notas siguen aún encima de mi cama. Un día nos despertamos y fíjate. Aquí el mundo sigue, ¿te acuerdas?, tú y yo aquí mientras el mundo gira. Me pregunto si algún día te preguntas. Son curiosos tus destellos, a igual que esos ojos muertos de miedo que no se acercan a mi boca. Tú tan altivo y míranos. Qué desperdicio de infiernos encerrados. Qué mal eso de aprender tan rápido a callarse. Me dejé aquel colgante y ya supuse que no lo devolverás, te aconsejo tirar por la proa aquello que te complica la vida. Pero sólo si te apetece. A mi me gustaría más alguna mirada despistada mientras te evades. Me pregunto qué tienes. Siempre me turbaba tu presencia, también lo dijiste tú. Te grabo en mi cabeza cuando no paras de reír. Qué bonitos esos sueños. Tuve un sueño alucinante, un sueño sólo de los dos, sólo de dos imbéciles. No éramos nada, pero éramos felices. Aún te debo algo, pero creo que es mejor dejarlo para las mañanas. También creo que he empezado a morirme. Hay muchos recuerdos. Quiero saber en que piensas cuando escuchas mi nombre.Vete, me pediste. Pero yo me quedé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.