Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


jueves, 29 de marzo de 2012

Que he fracasado soñando, sí.

Hacía frío. Restos de olor a café. Es algo asqueroso esto de terminar asimilando cosas. Hace un tiempo jamás hubieras creído todo lo que abarca hoy, 19:34, tu cabeza. Cuando uno quiere, saca tiempo. Cuando no, saca excusas. Ojalá pudiéramos hacer todo lo que se nos pasase por la cabeza. Me presentaron un día a esa que lo prohibió. Se llamaba moral. No me cayó bien. Ni siquiera fue justa. En las noches hace más frío aún. Llevas todo el viento negándome la brisa. Lo detesto profundamente. Ya no es necesario viajar un rato por aquellos que fueron tus sueños. Aún siguen ahí, pero se alejan tranquilamente. Ni siquiera te dirigen la palabra. Apúntame una falta. Fui yo la que me equivoqué. ¿De qué coño huías todo el tiempo que estuve a tu lado? ¿De quién te vengabas? Suena a falso. Aún hay muchas batallas que ganar. Hablé con alguien. 'Lo peor es saber que no te va a volver a besar.' Algo se impacta en ti. Chocan, como las gotas contra el suelo. Cuando esa persona te toca y te sobra hasta la piel. Hay cosas que ni se buscan ni se hayan, están simplemente ahí. Eres especial. Nadie me advirtió. 'Cuidado chaval, que te estás enamorando', como decía Sabina. Te tengo en la cabeza y te prefiero en la almohada. Lo único que te pido es que no te vayas sin decirme como volver a encontrarte. ¿A qué saben los buenos días? Ahora dicen que hay muchos más universos infinitos como el nuestro. Ríete. Bendita ingenuidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.