Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 15 de junio de 2014

Hoy no pasó nada.

Creo que todo es cuestión de relajarse.

Lo que tenga que ser, será.



Soñé contigo. Soñé que te miraba. Soñé que en un rincón de mala muerte te decía ''me he enamorado de ti''. De noche, porque siempre preferimos la noche. Y lloraba, no demasiado, algunas lágrimas que brotaban de miedo al no poder controlar mis palabras. Y tú mirándome. Ahí estabas delante con ese sentimiento inadaptado. ¿Dónde colocarlo? ¿Donde dejarlo? ¿En qué esquina tirarlo?

Y entonces sonaba esa música en piano que tanto me gusta. Y me abrazabas, pero en el fondo sabía que estabas desapareciendo. ¿Cuál es el punto exacto en el que hay que dejar ir? 
Somos egoístas.

Allí en aquel rincón me congelé de frío y me quedé sola. Sola de soledad que embriaga la noche y de mi sonrisa que se acababa de esfumar. 

Y lo sé.

Tú no me vas a salvar de nada
pero
no quiero que me salves
húndeme
vamos
ahógame

dame esa puerta al infinito.






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My madness keeps me sane.