Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 29 de junio de 2014

Palabras.


Sólo el amor
ya no basta.


Pasó. Todo lo que pudo pasar pero no debía pasó. Lo único bueno de todo esto es que creo que he madurado un poco. Creo del verbo creer. Y además espero; queriendo ser un tanto optimista.
Que entre tanto rencor y tanta mentira se puede ir aprendiendo. Que si, luego he salido rodando por todos los escalones que he subido con tanto esfuerzo, no te voy a mentir.
Siento ser yo la que diga que olvidar, como concepto, nunca se olvida. Existe un término medio en el que aprendes a no tener que recordar constantemente, y creo que ese es el tope. Ya está, se acabó. Al menos si busco en mis recuerdos y en lo vivido.
Es algo parecido a las alucinaciones que padece alguien con un trastorno psiquiátrico que, aunque nunca deje de tenerlas, aprende irremediablemente a ignorarlas.
Y así con todo. Irremediablemente la vida. No me gusta pensarlo pero esto no es un ensayo. No estoy sobre el escenario tratando de darle amor a las frases que describo, la vida no es un ensayo, es real. Tan jodidamente real que no tendrás manera de cambiar lo que hagas. 
Y entonces qué.
Lo único bueno de todo este tiempo es simplemente todo este tiempo. Que he vivido, que se puede existir. Que se puede respirar mientras te haces daño. Que es posible. Que nadie puede hacerte más daño que tú. Que aceptar el recuerdo es el paso a la calma, y a mi aún me ahoga la tormenta.






Te marchas.

Y no se me ocurre decir ni una sola palabra.













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.