Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 1 de agosto de 2015

La vida pega fuerte y hay que estar preparado para todo (II)

Pienso que
a veces
la vida es muy puta.

He conocido a mucha gente en mi vida y podría jurar que todo el mundo, de una manera u otra, me ha defraudado.
Yo no me excluyo, por supuesto. Supongo que ante los ojos del mundo yo también he provocado esa sensación de decepción y rencor insoportable.
Y qué caos todo. 

Me acuerdo aún de aquellos tiempos en los que con oír su nombre tenía que sujetarme el corazón. Sin rencor y sin decepciones. Un corazón enorme, gozoso, lleno de alegría y vida, armado con fuego para derrocar el dolor, valiente, imparable, eterno. 
¿Qué queda ya de aquello?

Hay amores que es mejor terminarlos antes de que acaben contigo. Tal cual.

Y también he conocido muchos amores. Y sexo; sexo del bueno, del malo, del que se te eriza la piel con sólo imaginar que te tocan, de ese que termina y apenas sientes, de aquel que te estremece desde la cabeza a los pies y de ese que se hace refugiado en cariño y en amor.
El peor, sin duda, este último. El que más duele.

Con 17 años tuve un amigo que siempre decía: 'Lo bueno, duele.'
Lo repetía una y otra vez casi todos los días. Nunca quise hacerle mucho caso, más porque me tenía comiendo de la palma de su mano que otra cosa. Y casi me enamoré. Y me dolió, más de lo que hubiera pensado en aquel tiempo. 

Sí que es cierto que conforme van pasando los años las emociones se van transformando en algo más táctil e insípido. De aquel fuego que te ardía en el pecho sólo quedan las cenizas. Todo decae, se vuelve sólido, deja de volar.

Prácticamente todas historias que he tenido han acabado haciéndome trizas. Solía irme sola, andando y desolada por las calles para que algo en el aire tratara de calmarme. Y no. Al final nada te calma. No hay nada más triste. Porque hasta nunca es hasta nunca pero adiós es.... ¿hasta qué?

También he aprendido mucho de todo ello, claro está. Y pienso que sino ardes por alguien, si nada te sacude el alma o si apenas te toca el corazón una caricia vas mal, algo te detiene, vives a medias.

Es difícil. La vida pega fuerte y hay que estar preparado para todo.
Y lo más difícil de todo es escribir. Escribir que es como desgarrarte mientras suena algo en tu cabeza que te come poco a poco. Escribir que es como poder volar, pero sola, siempre increíble y terriblemente sola.


Casi siempre es tarde cuando comprendes que era a ti a quien deberías quererte. 
Y sin embargo, siempre que lo haces ese amor llega justo a tiempo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.