Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 12 de marzo de 2011

Nimios detalles mágicos

-La miré en el recreo. Y luego ella vino y me dio tres caramelos. Apenas pude darle las gracias, tendríamos unos seis años. Y al día siguiente se fue del colegio y nunca más la he vuelto a ver.
-¿Y que pasó después?
-Pues ni siquiera sé si es azafata, maestra o baila por las calles.
-Me refería a los caramelos.
-¿A los caramelos? Uno se lo comió mi hermano sin que yo lo supiera, otro tuve que dárselo a otra niña que me exigió una deuda, y el último sigue debajo de mi almohada y espero no perderlo nunca.
-Tío, es un simple caramelo.
-No lo entenderías; es mucho más que eso.
No recuerdo todo lo que siento
 pero si siento todo lo que recuerdo

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My madness keeps me sane.