Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 3 de julio de 2021

Es difícil explicarlo con palabras.

Deberíais saber que la gente olvida lo que hiciste, pero no cómo la hiciste sentir.

Deberíais saber que, en el clímax de la tragedia, no se puede pensar muy bien con claridad; que todo es ruido de explosiones, cristales rotos, alarmas ensordecedoras en todos los rincones.

Deberíais saber que las personas van llegando a tu vida cuando deben llegar.
Por algo, siempre por algo; para salvarte, para quererte o para destrozarte.
Y lo mejor es que todo eso puede ir por fascículos, uno tras otro, y cuando menos lo esperas o cuando crees que menos lo necesitas; ahí está.
Parece que hay momentos que justifican una vida. Vidas que duran un suspiro.

Que poco a poco el orgullo se desvanece, que comienzas a mirarlo de reojo, a cederle el paso en la puerta de la entrada, a preguntarle si ya ha comido.
Y que entonces queda por delante lo más difícil; decir lo siento sin que suene a melodrama urbano, a canción ligera, a revival de tiempos dorados.
Que no resultará a la primera. Ni a la segunda. Ni a la tercera. Que para que dos corazones consigan vaciarse de rencor y llenarse de ternura tienen que latir necesariamente a un mismo tiempo. 
Una conexión cósmica, una inexplicable coincidencia de voluntades. Que a veces da un poquito de vergüenza. Que en el momento clave igual te da por estornudar o las palabras empiezan a atropellarse unas a otras al salir de tu boca.

Pero que se te hace un nudo en la garganta cuando al fin vuelves a sentir el calor de su cuerpo.
Un nudo enorme.
Que tú también te echas a llorar y que finalmente te queda clavadito en el pecho el puto melodrama urbano de las narices.

Pero que eso ya no importe en absoluto. Que ya no importe nada, absolutamente nada, salvo que, al fin, estáis de nuevo uno junto al otro.
Tan pegaditos, tan temblorosos, tan transparentes. 
Como si todas las estrellas del cielo, conmovidas, estuvieran encogiéndose muy fuerte mientras os observan desde allá arriba.

Y que resulta que jamás se tiene mucha idea de porqué sucede todo esto.
Que parecemos condenados a encontrarnos y desencontrarnos todo el tiempo. Que a veces necesitamos gritarnos, abandonarnos y herirnos de muerte para recordar cómo era eso de querernos. Que cualquier noche, cuando nos acurruquemos en la cama, quizás ya no haya un mañana. Que ojalá haber sentido mucho antes el calor de tu cuerpo. Que esto siempre acaba resultando una movida complicadísima. Que puede que no convenga pensar demasiado en ello.

Porque esto, sencillamente, es lo único que tenemos. 
 
En el fondo, sólo se escribe por tres razones; 
para que te quieran, 
para pedir perdón, 
o para olvidar. 

Y no tienen por qué ir en ese orden.




2 comentarios:

  1. The best slot machines - LuckyClub
    This is because the casinos luckyclub don't allow players to make bets in their casino. This is why they only allow the player to gamble on  Rating: 3.3 · ‎4 votes

    ResponderEliminar
  2. Casino Roll
    All Casino Roll offers slots and 강원랜드 other casino games. Find a list of the best bonuses & more at 188bet Casino Roll. Use the links below to try 1xbet 주소 out a new bet game! 온라인 슬롯 머신

    ResponderEliminar

Mi foto
My madness keeps me sane.