Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


martes, 8 de febrero de 2011

Little changes

-¿Sabes? He conocido a alguien.
-¿Cómo? -inquirió él con esa mirada que traspasaba sus pensamientos.
-Que he conocido a alguien, ya ves, hay cosas que suceden así y no hay más vuelta de hoja. No es por nada, únicamente quería decírtelo, creí que debías saberlo, por aquello de...
-Por aquello de que estoy colado por ti ¿No es eso? -preguntó con cierto sarcasmo.
-No me refería a eso; eres mi amigo, suelo contar las cosas que me ocurren a las personas que me rodean.
-Ya -suspiró- ¿Y cuando lo conociste?
-Fue una noche de autodestrucción; me quitó el cubata de la mano, me apartó de la barra de bar y me preguntó que le daría a cambio de una sonrisa.
-¿Y tú que le dijiste?
-Que le daba aquella noche
-Una noche es muy poco tiempo
-Lo sé -afirmó ella- Pero estuvo allí. Toda la noche, con mis problemas. Así, sin más. No sé si realmente me escuchaba pero parecía entenderlo, fue algo especial, aunque pese a ello no fue más que una noche.
-¿Entonces? ¿Qué quieres decirme con todo esto?
-Nada, no pretendía decir nada. Únicamente que, a veces, en cualquier momento, puede aparecer alguien de ningún lugar, traspasar las barreras de tu mente y hacer que te plantees ciertas partes de tu vida.
El chico guardó silencio durante algunos silencios.
-Es un hecho poco relevante -afirmó al fin-
-¿Eso crees?
-Por lo que cuentas, sí.
-Bueno, piensa cual fue el día en el que te enamoraste de mi.
-¿Eso que tiene que ver?
-Eso lo tiene que ver todo; es cómo aquello de que nunca estás seguro de lo que pasará hasta que se te estampa en la cara. ¿Me entiendes?
-Creo que sí, pero no entiendo a qué viene tanta filosofía a estas horas.
-Bueno, únicamente pensaba en aquel chico, y en el como apareció y se fue.
-No te preocupes, habrá más chicos.
-¿Y si yo te dijera que te enamores de otra?
-¿Cómo?
-Pues eso, que te enamores de otra, ve a buscar a cualquier otra y quédate prendado de ella.
-Eso es imposible, porque yo te quiero a ti.
-¿Es algo que puedas cambiar?
-No -aclaró con urgencia y de forma inmediata-
-Pues resulta que tampoco puedo cambiar a aquel chico en aquel bar y todo lo que me transmitió.

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My madness keeps me sane.