Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


miércoles, 25 de diciembre de 2013

Así.

'Y así, ingenuamente coloco mi mano izquierda sobre mi pecho y la aprieto fuerte, intentando no sentir frío, pero minutos después me doy cuenta que tiemblo aún mas. El corazón parece haber crecido en dos días y mi mano ya no es tan grande para cubrirlo. Siento que en cualquier momento le dará un calambre y me dan ganas de llorar. Tal vez lloro bajito, para mi solita. Tal vez me he puesto melancólica y todo se me hace enorme. Enorme la cama dónde no te tengo, enorme la distancia dónde estas, enormes las ganas de ser tuya, enormes las ganas de abrir los brazos y te pierdas en mi. Y es que a veces soy tan ingenua al pensar que el corazón se abriga con mis manos, cuando lo único que necesita, es un abrigo de caricias tejido por tus dedos y por qué no, un suéter de tu piel para taparse en noches como esta, dónde me faltas, dónde me dueles.'


[De noches y melancolías. 
Mercedes Reyes Arteaga]

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My madness keeps me sane.