Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 15 de diciembre de 2013

Quítame esta mirada. Ésta ropa. Ésta vida.

Te odio porque has dejado restos de ti aunque no te vea ni te piense ni tan siquiera me importes. Pero no, no te odio. No odies a quien hayas amado como regla fundamental para crecer como persona. Apareces en miradas de duda, de recelo, en sentimientos de qué coño está pasando aquí. Y yo te digo; vete, no me apetece luchar contigo. Y te lo digo sin acritud porque no te la mereces, aunque en el fondo no salgan esas palabras de mi boca porque tampoco te las merezcas. Pero vuelves, como todo pensamiento inocuo y fugaz que suscita algún que otro dime que has hablado con él. Y entonces miedo. Y entonces vuelves y yo te pido que te vayas. Por favor, vete. Y más miedo. Miedo que se te agarra a los poros de la piel y no te suelta. Y yo te calmo pero no sé hacerlo mejor porque se me olvidó como luchar frente a eso. Hacía mucho tiempo que no me enfrentaba a la duda. Duda y miedo. Como cuando estabas. Y menuda mierda, cómo se hacía esto, cómo haces que te crean, aunque ya lo hagan. Es un lento caminar. Odio ésta sensación porque me recuerda a ti, y me da un poco de asco volver a esos instantes de desesperación. Que ya se me ha olvidado lanzar esperanzas sólo para calmar el corazón, ya que nuestro corazón suele estar siempre calmado. Pero vuelves. Y tú me dices que sí, que no pasa nada, y parece que te vas pero es como si me gritaras en silencio que no me crees, que sólo te crees a ti mismo para que el dolor no cruce ninguna barrera. Te odio, fantástica duda, mucho. Y mientras ahí estoy, tratando de atar mi respiración a tus latidos. Parece que la vida nos lleva ventaja y nosotros aquí, creyéndonos ganadores. Ven aquí y dime: te tengo, tranquila. Y de repente llegas tú. No sé, será culpa de tu piel. Nunca había conocido a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena hasta que te conocí a ti, y tú lograste que yo también me lo creyera, así que por desgracia te necesito... y tú me necesitas a mi.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.