Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


jueves, 8 de septiembre de 2011

¿No podíamos ser agua?


A veces las personas crean adicción, como la droga. Aunque no quieras, quizá deflagración de tus propios intentos, obviamente fallidos. Esa sensación es un arma de doble filo, te hace vulnerable. Cuando tienes cerca aquello de lo que dependes te sientes pletórico, piensas que no hay nada más maravilloso que estar a su lado y ese parece ser el hecho por el que cada uno se levanta por la mañana. No obstante, cuando te falta, el síndrome de dependencia ataca, y entonces te das cuenta de tu lamentable estado, es como andar a oscuras, sin saber a dónde vas, perdida en la negrura, absorta en el miedo. No me gusta sentirme así. La solución sería no acercarte demasiado a nadie para no correr el riesgo de llegar a depender de esa persona. Sin embargo, bien es sabido que quien no arriesga no gana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.