Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 26 de junio de 2011

Chispa en re*

Oyó esa melodía y entró en la habitación cual sombra en el cementerio.
Y allí estaba ella, anclando las yemas de sus dedos a las teclas del piano, absorta del mundo, creando magia, presionando velozmente y sin ningún guión. Allí se la encontró y esperó hasta el final boquiabierto por aquello que veía. Nunca imaginó que tocara el piano, jamás pudo entrever en ella cualquier mero amago de fascinación por la música, ella paseaba curiosa mientras repetía todas las canciones que él tocaba con su guitarra. Porque él si se dejaba ver tocando la guitarra y paseando los dedos por las cuerdas, ya bastante antiguas. Rápido. Ella lo hacía rápido y había conseguido inundar la habitación de un ligero tono a misterio y tragedia que la canción despedía tras sus notas. Y de repente, mientras él observaba en una esquina, ella acabó su canción con un grave estruendo de ritmo que culminó aquella hermosa sinfonía. 
-No sabía que tocaras el piano -afirmó él- 
Ella giró bruscamente y presenció que él estaba ahí. Parado, quieto, inmóvil, sopesando el registro y la calidad de su música.
-Ya lo sabes -espetó ella levantándose de la banqueta-
-Siempre me pedías canciones, -dijo él- me mirabas y cerrabas los ojos mientras yo tocaba, como si tú no pudieras hacerlo por mucho que adoraras ese sonido.
-Yo no toco la guitarra -afirmó ella, que se había acercado a él y lo miraba a los ojos-
-Quién sabe... quizá lo hagas y tampoco hayas dicho nada. ¿Porqué no me dijiste que tocabas el piano? ¿Y cómo consigues hacerlo así? -preguntó-
-¿Así como?
-Así tan mágico, llenándolo todo de temor y anhelo. Nunca ninguna melodía me había transmitido lo que acabas de hacer tú.
Ella lo apartó de su camino y lo dejó ahí, anonadado con aquel descubrimiento.
-Espera -reclamó él- ¿Ni siquiera vas a permitirme decirte que me encantó?
-Te encanté yo -dijo ella mientras se alejaba caminando por el pasillo- por eso todo lo que hago te parece increíble. Y no. Es únicamente pulsar las teclas y dejarse olvidar.
Y él, fascinado, no respondió.

1 comentario:

  1. No sé si es que hoy estoy demasiado susceptible o todo lo que leo me parece fantástico, como lleno de un halo misterioso y encantador, así como tú. =P

    ResponderEliminar

Mi foto
My madness keeps me sane.