Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


domingo, 29 de abril de 2012

Y luego nunca sé volver.


Dicen que, sin lugar a dudas, la inspiración del escritor reside en la infelicidad propia. Para escribir necesitamos llevar una vida de mierda, para escribir es imprescindible estar realmente jodidos. Sin importar el motivo, desde mentiras hasta frustraciones pasando por un sinfín de lamentos y cabreos. Para saber escribir y hacerlo bien, una necesita un camino de gilipolleces varias que nos suscitan a la escritura de verdaderas obras de arte. Nadie quiere leer lo bien que te va o lo fácil que lo tienes. Además, siempre se catalogan los genios después de muertos. Díganme, señores, ¿qué sentido tiene eso?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.