Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


miércoles, 14 de julio de 2010

Yo y mi pelota roja

Y aún tengo ese recuerdo en mi cabeza. Quizá lo soñe, u ocurrió de verdad, al fin y al cabo simplemente es otro anhelo de infancia. Cuando era pequeña me gustaba jugar con una pelota roja, cuando me cansaba de todos los juguetes que tenía en la habitación cogía mi pelota roja y me ponía a jugar, a saltar, a correr detrás de ella riendo sin parar. Supongo que era la felicidad de la ignorancia. Simplemente, en aquella esquina, yo y mi pelota roja. Tardes y tardes, y muchos momentos. Incluso cuando me enfadaba con mi padre por no darme golosinas o con mi madre por arrebatarme la ilusión de abrir todos los cajones y vaciarlos enteros, incluso en esos momentos corría a mi cuarto y comenzaba a jugar con mi pelota roja. Y así pasaba el tiempo hasta que mis padres me cogían en brazos y me daban unos cuantos besos. Y volvía a ser feliz y al día siguiente recurría otra vez a la misma distracción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.