Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


martes, 10 de mayo de 2011

Entresijos

Estoy segura de que no leíste todo aquello que te escribí. Estoy segura de que mis palabras se quedaron ahí y no podrán escapar jamás, ya que la libertad es suntuosa para muchos. Y aún recuerdo cuando yo tenía una ilusión muy grande de ver todas esas cosas que me escribías pero que curiosamente nunca me dejabas ver. Era algo emocionante a la par que pasional. Algo que vibraba en la armonía de mi corazón. Y ahora ese rincón está vacío. Y la rutina hace trizas todo lo que quiero que me digas. Es como un todo está hecho y se acabó. Y parece ser que esto acaba de empezar y ahora hay que ponerse a trabajar. Pero trabajar es duro y cuesta mucho esfuerzo. Es algo paradójico cuando yo solo pretendo que dejes de ocultarte, aunque quizá no sea esconderte lo que verdaderamente pretendes. Yo nunca he sido egoísta, pero ahora se presenta el problema que siempre ha incordiado a todo el mundo menos a mi. El egoísmo es un término muy raro que describe algo más raro aún. ¿Cómo somos capaces de querer mucho para nosotros y poco para los demás? Pues invirtiendo la fórmula he encontrado mi trouble. Y fíjate si es un fastidio que ni siquiera tengo alternativas de qué hacer o qué decir. Y ahora estoy triste, me siento mal. No me importa decirlo. Tengo demasiados troubles en la cabeza, aún sin contar los exámenes. Las cosas que antes hacía ahora no las puedo soportar, las ideas, los sucesos, las cenizas en el aire ya no traspasan mi boca. Síntomas. 
Acertijos del destino, que planea sobre las nubes y enreda los vaivenes de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.