Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


sábado, 9 de octubre de 2010

Adiós

Y he aquí, yo. 16 años. Un uno. Un seis. Este año he aprendido muchas cosas. Cosas buenas, y cosas menos buenas. Pero cientos de momentos y recuerdos que se quedarán grabados en mi mente durante el resto de mi vida. 16 años. Esa edad que aseguran de locura y desenfreno. De no saber si estar o ir, de venir o intentar. Eso que dicen de la juventud, de salir hasta las tantas, de emborracharse, de olvidar a las personas y de pasar del mundo, eso que hablan de lo mal que nos tratan las hormonas y de los minutos de vida que perdemos cada vez que bebemos, eso que comentan de lo limpios y a la vez impuros que somos, de lo inocentes y a la vez demasiado curiosos... Bueno... he aquí, yo. Quizá no sea ni un extremo ni otro. Ni blanco ni negro, pero tampoco gris. Quiero dejar escrito lo mucho que haré a partir de ahora. Gracias vida. Gracias a vosotros. Gracias a ti. Este fue un año largo pero ínfimo a la vez. Ahora, un poco antes de crecer algo más, puedo mirar fotos de antes y reírme, o mirarlas con cara de ingenua pensando y recordando como era y como soy. Y en realidad no he cambiado tanto. Pero creo haber madurado un poquito más. Solo lo necesario para vivir otro año con la misma energía y con algo de esfuerzo para conseguir algo más de luz en los días y un poco más de cordura y lógica en los problemas de matemáticas. Cuidaré todo lo que me regalas. Cuidaré de ti. Y haré lo mismo conmigo. Sé lo que quiero. Pero no lo que me depara el mañana. Así que quizá sea mejor vivir el presente y aparcar un rato el futuro. Sin olvidarse de él, ya que es el lugar donde vas a pasar el resto de tu existencia. Dejaré que me sorprendas para ver esa sonrisa en tu cara que tanto me encanta. Y de nuevo. 16 años. Adiós. Hasta siempre. Tranquilo. No te olvidaré. Hemos vivido tantas cosas juntos que no te irás tan fácilmente. 16 años. Saluda a tu sucesor.
Gracias vida. Por tus armas. Voy a aprender a usarlas bien

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
My madness keeps me sane.