Salvarle a alguien la vida para destrozársela tú.


lunes, 18 de octubre de 2010

Qué decir que no esté dicho

Me asomé por aquella ventana y sentí la suave brisa acariciando mi cara. En aquella torre. Alta y robusta como el castillo que nubla el horizonte y después las nubes. Así me sentía hoy. Arriba. Fuera del mundo. Sola. No triste pero extrañamente alejada de la realidad. Hasta que llegaste tú. No puedo entender como consigues hacerlo. Siempre. Venir aquí y llevarte mis problemas. O hacerme ver que los tengo. Siempre. Ayudarme, preguntar, indagar, darme explicaciones sobre mi misma que luego termino aceptando ya que son verdad. Quizá seas una de las pocas personas que de verdad me conocen. Lo sabes todo. Incluso lo que no escapa a mis labios. Eres como ese pilar indestructible que siempre esta ahí. Pase lo que pase. Han pasado cientos de cosas, y de problemas. Y siempre así. La una y la otra y nuestras largas charlas llenas de risas, de paranoias y del tiempo que nos devora mientras corremos escapando de él. Y justo en ese instante vienes tú aquí y lo cambias todo. Y me preguntas, y me haces ver que nunca lograré agradecerte todo lo que haces por mí día tras día. De hecho, ni siquiera soy capaz de dilucidar cuan grandes son todos los momentos que hemos vivido. Venir y llevarte mis penas es algo que nunca podría hacer nadie que no fueras tú. Porque solamente tú eres capaz de ver tras el cristal y desempañar lo poco a poco. Con una suavidad exclusivamente única y tuya que logra calmarme una vez y otra. Y darme energía cuando estoy en esa torre. Tan pesada, cansada y lejos del mundo y de mi misma. Tú. Mágica hada que guardas mis temores y mis huidas; nunca podré decirte suficientes veces gracias.
Si subes yo voy contigo

1 comentario:

  1. Me gusta. Me encanta la idea de correr juntas huyendo del tiempo. Y sí. Será así siempre, como hasta ahora. Y aunque sepamos que nunca ganaremos la carrera, no podemos evitarlo; siempre estaremos huyendo, y aunque no lleguemos a ninguna parte siempre estaremos más adelante. Y no me importa huir si es a tu lado. Sobre todo porque a veces el tiempo se para, y entonces tú y yo bailamos bajo la lluvia, nos reímos a carcajadas o damos vueltas sobre nuestro eje gritando "I rule!". Y eso también será siempre así. Y no me des las gracias porque entonces te las tendría que dar yo a ti mil veces mas. Te quiero A :D

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My madness keeps me sane.